El pasado 9 de mayo en el Océano Pacífico se formó la primera tormenta tropical de este año, la cual recibió el nombre de Andrés, sin embargo, se registró una semana antes de lo establecido por el Centro Nacional de Huracanes (CNH), que estableció que para el 15 de mayo sería el inicio de la actividad ciclónica.
Gracias al aumento de la temperatura en los océanos, la actividad en el Océano Atlántico y Pacífico en cuanto a formaciones de fenómenos tropicales se ha visto modificado al habitual, usualmente la temporada de huracanes da inicio en el mes de junio y aunque ya se había pronosticado para mediados de este mes el inicio, la madre naturaleza nos sorprendió con Andrés el domingo 9 de mayo.
Ayer por la tarde la tormenta tropical pasó a convertirse en una depresión tropical y, para tranquilidad de los hondureños, Andrés no representa ningún peligro para nuestro país. La Universidad Estatal de Colorado tiene pronosticado para este 2021 que habrá 17 tormentas con nombre, de las cuales, ocho podrían ser huracanes que alcancen la categoría 2 y cuatro huracanes alcanzarían la categoría 3 o hasta más.
Un número elevando al promedio, que oscila en 12 y que sorprendentemente el año pasado se vio superado abismalmente al llegar a 31, de las cuales, Honduras sufrió con mucha fuerza dos en el mes de noviembre y que aún no ha podido recuperarse, hablando más que todo del Valle de Sula en el departamento de Cortés.
Estos sucesos, es una forma en que el planeta nos hace ver que las cosas no están yendo como deberían de ir, pues gracias a la excesiva contaminación que hacemos, ha provocado un aumento en los gases invernaderos, y por si fuera poco, la pandemia del COVID-19 ha hecho que la producción de mascarillas se vea incrementada y las mismas terminan en el mar, matando la fauna marítima. Es tiempo de cambiar, mientras aún tengamos la oportunidad, no esperemos a que sea muy tarde…