La pandemia del COVID-19 nos ha forzado a tratar de vivir de una manera atípica. Clases virtuales, reuniones de trabajo a través de una pantalla y un sinfín de correos que se tenían que revisar de manera constante.
Si bien es cierto que la tecnología nos da la facilidad de comunicarnos fácilmente en cualquier rincón del mundo, nada supera el tener a las personas frente a nosotros en la misma habitación, especialmente a nuestros amigos y familia.
El Día de la Madre del 2020, para muchos, fue uno muy difícil. El no poder compartir de manera presencial con esa figura que lo ha dado todo por nosotros tiene que ser uno de los peores sentimientos que un ser humano puede sentir, especialmente debido a una situación de confinamiento.
Para este 2021 ya se ha regresado un poco a la normalidad. Ya conocemos mejor el virus y al seguir ciertas medidas de bioseguridad podemos realizar nuevamente ciertas actividades que estuvieron vetadas durante buena parte del año pasado.
En el marco del Día de la Madre decidimos darnos una vuelta en las afueras de la basílica de Suyapa donde muchos puestos venden arreglos florales de calidad y a precios excelentes para que nos cuenten un poco de los retos que vivieron el año pasado y el contraste que existe en cuanto al movimiento que hay en este 2021.
“No ha habido mucho movimiento, pero a diferencia del año pasado si ha habido más. Hoy ya está empezando a venir más gente, pero generalmente así es todos los años. Ya los sábados y los domingos es cuando más gente viene, así que esperamos que así sea mañana”, dijo Gladys Ríos, una de las más reconocidas floristas de este lugar.
Era hora de almuerzo, pero aun así se miraba que una buena cantidad de carros estaban acercándose a Suyapa para conseguir sus coronas y arreglos florales. De hecho, nuestra plática con Gladys fue corta porque dijo estar algo ocupada y no era para más, parecía ser el mejor día en ventas desde que se ordenó el confinamiento en marzo del año pasado.
Algunos se vieron obligados a comer rápidamente para poder seguir en sus labores, otros se fueron al extremo y comían mientras atendían a los clientes que iban y venían; era un buen día para la venta, era el momento propicio para buscar un lindo arreglo para las jefas del hogar.
Mientras seguíamos observando la afluencia de público que llegaba a comprar flores nos acercamos a un puesto en el que una señora, en compañía de su hija, nos atendió amablemente y nos contó un poco de los retos que vivió el año pasado y de su historia como florista.
“Siempre seguimos en pandemia y a pesar de todo lo que está viviendo el país, puedo decir que hoy se ha movido más la venta. Como hoy es viernes, la gente viene a buscar producto, pero para ir a los pueblos a coronar. Mañana y el domingo ya se mira más a la gente local buscando flores para las reuniones familiares, para las madres”, expresó Santos Quiroz, la encargada de este puesto.
Santos procedió a explicarnos que esta fecha viene siendo una especie de alivio, ya que el año pasado no se vendió absolutamente nada. Es más, dijo que ni siquiera estaba en Tegucigalpa durante la época de confinamiento total. “Con eso le digo todo (hablando de lo complicado que fue el 2020), solo se les vendía a clientes que ya tenían el contacto del dueño y que ya sabían el tipo de arreglo que querían para mandárselos”.
Para Santos la floristería ha sido su principal sustento económico, con esto ha logrado sacar adelante a su hija quién ya cursa el primer año de carrera técnica. Además, afirma que durante este tiempo de coronavirus jamás dejó de recibir clases, demostrando el amor y esfuerzo que ha puesto esta madre para poder ver a su progresar en esta vida.
Hay arreglos de distintos precios (difícilmente conseguirán mejores en Tegucigalpa), tamaños y colores para que vayan a Suyapa a buscar los mejores arreglos posibles para nuestras amadas madres que, sí, merecen más, pero que sabemos que es imposible devolverles todo lo que nos han dado y sacrificado por darnos la mejor vida posible, por darnos la posibilidad de estudiar, por regañarnos y aconsejarnos en nuestros momentos más inciertos y, sobre todo, por darnos la vida y adorarnos tanto.
Madres hondureñas, se merecen todas las estrellas del cielo y más. Son un ejemplo a seguir, hacen hasta lo imposible por vernos felices. Este 2021 les deseamos el mejor Día de la Madre posible, aunque tengamos que seguirnos cuidando, podamos disfrutarlas como se debe.
De parte de todo el equipo de RadioHouse les mandamos un abrazo y que para el 2022 podamos todos disfrutar en completa y serena normalidad.