Un 21 de noviembre de 1940 la comunidad de Soledad, El Paraíso vio nacer a José de la Paz Herrera, mejor conocido como “Chelato Uclés”. A quién muchos jugadores, directivos y aficionados consideran el mejor entrenador de fútbol en la historia de nuestro país hoy nos ha dejado sin su presencia física, pero nos quedamos con todos los momentos y enseñanzas que dejó. Es el inicio de una leyenda.
“Chelato”, quién afirma creció en pobreza extrema, se mudó a Comayagüela donde estudió en el Instituto Central Vicente Cáceres y la Academia Militar. Aquí es donde él se enamoró del fútbol porque era un deporte fácil y barato de practicar.
En 1969 zarpó hacia la mítica ciudad de Buenos Aires donde se capacitaría para ser entrenador de fútbol profesional. Avalado por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), “Chelato” regresó ese mismo año a Honduras para dirigir al Club Deportivo Motagua de la Liga Nacional, fue su primer equipo en el profesionalismo.
Pasaron los años y Chelato se fue haciéndose de un nombre dentro del fútbol centroamericano, ya que en los años 70 ganó un título con el Real España y subsecuentemente fue contratado por la Fenafuth para dirigir a la selección nacional rumbo a España 1982.
Cuenta Salvador Nasralla que en los años 60, Honduras era una tercera o incluso cuarta potencia en fútbol centroamericano. Cuando “Chelato” regresó de Argentina él empezó a usar tácticas que aquí no se acostumbraban. “¡A ganar!”, “meta duro la pierna”, “¡para adelante!”, son algunas de las instrucciones que se escuchaban según el famoso presentador de televisión. Una manera poca ortodoxa de ver el fútbol, sin duda.
En 1979, durante una transmisión del difunto programa televisivo “Este Domingo”, Salvador Nasralla, Jacobo Goldstein (quién fuera directivo del fútbol hondureño en ese momento) y Chelato Uclés dan inicio al proceso mundialista, el primero que se hizo de manera seria en nuestro país.
Como dicen, lo demás fue historia. Honduras pasó a ser campeón de Centroamérica y Concacaf por primera vez, además clasificándose de manera invicta a la Copa del Mundo de la FIFA de España en 1982. Fue unas de las pocas veces que México no asistió a un mundial de fútbol mayor, siendo la H quién los dejara sin oportunidades en la última fecha.
En el 2012 “Chelato” Uclés declaró para Diario La Prensa: “El haber clasificado al Mundial es mi tesoro más preciado. Ahora con el tiempo que pasa lo valoro más. Yo no solo tengo el récord de haber clasificado al Mundial, también la clasificación que se hizo en forma invicta. Después de eso Honduras no ha vuelto a quedar campeón de la Concacaf, se convirtió en la potencia y también fuimos campeones centroamericanos algo que nos dio el derecho a ser sedes de la hexagonal”.
Tras una participación muy digna de Honduras en el mundial celebrado en España se empezó a trabajar en el proceso para México 86. Lastimosamente, nos quedamos con las ganas de competir en tierra azteca tras perder dos partidos cruciales ante Canadá.
Para el mundial de Italia, “Chelato” volvió a estar al mando, pero se quedó al borde de una segunda clasificación tras empatar contra Trinidad y Tobago en puntos y estos, al tener preferencia por goles de visitante, obtuvieron el boleto para participar en la Copa del Mundo.
“Chelato” después dirigió con gran suceso al Olimpia de Tegucigalpa, Sport Cartaginés de Costa Rica y al Marathón de San Pedro Sula. También fue diputado por el Partido Liberal en el Congreso Nacional de Honduras entre el 2006 y 2010.
Su última participación directa con la selección mayor fue para la Copa de Naciones Centroamericanas UNCAF 2007 cuando fue llamado de emergencia para tomar las riendas de la H. No se dio la mejor cara, pero logró meternos a la Copa Oro en la que Reinaldo Rueda ya estaría dirigiendo.
Luego pasó a ser analista deportivo en muchos canales, radios y diarios del país; más que todo como invitado. Esto, gracias a su conocimiento y carisma, era muy querido por mucha gente y por eso siempre se le tomaba en cuenta.
En altas horas de la noche del 28 de abril de 2021 se dio a conocer el deceso del “profe” y el cariño de la gente se hizo sentir en medios de comunicación y redes sociales. No es un adiós, es un hasta luego. Es el comienzo de una leyenda que el pueblo hondureño llevará por siempre.
Gracias por todo “Chelato”, te queremos mucho, descansa en paz.