Pese a haber perdido 5-4 en penales, la Selección Nacional Sub23 de Honduras hizo un gran partido frente a México y estuvo cerca de consagrarse como campeón de la competencia por tercera vez en su historia.
La rivalidad entre ambas escuadras es histórica dentro del área, pero por lo que pasó en 2019 en las semifinales de los Juegos Panamericanos de Lima, cuando Honduras dejó fuera de la final a México, la riña para los mexicanos estaba a flor de piel y era importante no repetir esa tragedia y no frente a su gente en Guadalajara.
Rompió la maldición
Al inicio del encuentro, Alan Cervantes, jugador del tri, tocó la copa en el momento que estaban ingresando al campo los jugadores de ambos países, poniendo en mente de todos aquella famosa maldición que dice que el jugador que toca la copa, su equipo pierde la final, lastimosamente para los nuestros, esto no terminó sucediendo.
En la primera parte, fue un momento de análisis entre ambas selecciones, pues en ninguna de las porterías hubo remates de frente al arco que obligaran a exigirse a los guardametas, pero México sí fue más claro generando llegadas claras de gol, pero no eran concretadas por los delanteros, porque remataban desviado del arco o porque los balones impactaban en la humanidad de los defensas catrachos.
Para la segunda parte, Honduras entró con todo y fue el primero en rematar claramente al arco. Pero fue al minuto 70 cuando comenzaron a moverse las redes de las porterías, México había anotado el 0-1, sin embargo, fue anulado por posición adelantada de Alan Cervantes, sí, el que había tocado la copa antes que comenzaran las acciones del juego.
Y un minuto más tarde, los nuestros hicieron una hermosa jugada entre Kervin Arriaga, Alejandro Reyes y Edwin Rodríguez, este último sacó un zurdazo desde afuera del área, imposible de atajar para Sebastián Jurado, era el 1 a 0 y parecía que Honduras podía llevarse la copa, porque estaba siendo ordenado en todas sus líneas.
Desafortunadamente, Cristopher Meléndez perdió el balón en defensa al minuto 79, dejando un gran espacio en la banda derecha, donde los mexicanos aprovecharon para salir a la ofensiva, José Macías remató débilmente dentro del área, pero recibió una barrida de José García, penal, dudoso para muchos y claro para otros. El mismo Macías se encargó de cobrar y poner el empate del juego al minuto 80.
El partido se fue a tiempos extras y terminó en la tanda de penaltis, los mexicanos fueron certeros en sus cinco disparos, Honduras por su parte, falló el primer penal, Juan Carlos Obregón, quien nos dio el pase a los Olímpicos, esta vez erró para su desgracia y así México se proclamó tricampeón de la competencia, pero de las tres última finales, en esta, «la H» complicó más a los aztecas.
Edwin Rodríguez fue seleccionado por toda la afición como el MVP del partido, en cuanto a la premiación de la competencia, el hondureño Alex Güity fue seleccionado como el mejor guardameta del torneo, de México, Alexis Vega fue catalogado como el mejor jugador del Preolímpico, Sebastián Córdova se llevó el premio a máximo goleador y la selección mexicana recibió el premio al Juego Limpio por ser la que menos tarjeta obtuvo en el certamen.