Desde el jueves de la semana pasada en Europa se empezó a suspender el uso de la vacuna AstraZeneca contra el COVID-19. La decisión se tomó luego de que Dinamarca, Islandia y Noruega reportaran casos de coágulos sanguíneos asociados, presuntamente, por la aplicación del fármaco elaborado en Reino Unido.
Dinamarca reportó la muerte de una mujer que, al parecer, presentó una serie de síntomas extraños después de ser vacunada y esto detonó preocupación en Europa. Ese mismo día Noruega e Islandia reportaron una muerte cada uno.
Reino Unido es la región con más reportes de coágulos sanguíneos con 11 después de aplicar 11 millones de dosis, más que nadie en todo el mundo. No se ha podido probar una incidencia directa de AstraZeneca con los síntomas o muertes.
Una de las causas para estos raros casos puede ser, según expertos, que estos pacientes ya venían con condiciones dado que son personas mayores y es normal que padezcan de otros dolores que podrían no reaccionar de manera positiva con la vacuna AstraZeneca.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomiendan la suspensión de la vacuna y sigue respaldando su uso a nivel mundial. Los países que actualmente han parado el uso de la vacuna son los siguientes:
- Dinamarca
- Noruega
- Irlanda
- Estonia
- Holanda / Países Bajos
- Tailandia
- Bulgaria
- Islandia
- Lituania
- Luxemburgo
- Letonia
- Alemania
- Francia
- Italia
- España
- Chipre
- Portugal
- Eslovenia
- Suecia
En Honduras hoy se celebró la segunda jornada de vacunación con Sputnik V aunque solo parte del personal médico ha podido recibir su respectiva dosis. Se espera que al final de esta semana venga otro lote de vacunas para seguir progresando en el proceso de inmunización de todo el país.