Domingos antes del Huracán Mitch: El día más esperado por todos, día de descanso, no hay escuela, no hay trabajo, es la oportunidad idónea para salir con la familia, el punto de referencia desde la década de los cuarenta era el Parque La Concordia, lugar donde las personas podían compartir con muchos animales.
Estanques llenos de tortugas, patos y hasta garzas, aseguran los señores que vivieron esa época dorada del parque, variedad de aves deleitaban con su canto a los visitantes, quienes se compraban golosinas o llevaban comida, pan más que todo, para compartir con los habitantes del parque, esos animales que eran felices.
Y qué decir de los tours que a los niños les gustaba dar con sus escuelas y colegios en el parque, donde aprendían cosas del mundo Maya, ese que quizás por la falta de ingresos, se nos niega conocer porque Copán queda largo de la capital y La Concordia era esa conexión para muchos.
Además de aprender sobre la civilización que fue pionera en las matemáticas y astronomía, los animales que se encontraban aquí, permitían algo que muy pocas veces se puede dar en el bosque o en un zoológico y es el contacto entre hombre y animal. Por otro lado, era el punto preferido de los graduandos para tomarse la foto de recuerdo con toda la promoción.
Hoy, 22 años después, solamente quedan los recuerdos de aquel parque que fue considerado el mejor de Honduras y un punto de referencia para todos los extranjeros que visitaban la ciudad capital. El Mitch se llevó el legado que Luis Bográn dejó y que Tiburcio Carías Andino procuró dar más vistosidad.
Armando Muños es un capitalino que vivió los tiempos de gloria del parque, según recuerda, lo visitaba desde que tenía siete años, cuando desde su escuela hacían excursiones hasta la zona. Ahora con 61 años de edad recuerda con nostalgia aquellos momentos que ve difícil que se vuelvan a repetir. «Aquí había animales y a nosotros cuando éramos niños nos gustaba venir a mirar. Solo le quedan los recuerdos a uno y le entra nostalgia porque ya no está como el principio», se lamentó.
Árboles desde El Piligüín y Santa Lucía
La plantación que vemos en la actualidad, fue traída desde El Piligüín y Santa Lucía en 1883, cuando la zona era conocida como Jardín Bográn o Parque Bográn, con la idea que el lugar fuera un hermoso jardín. Según nos relata la historiadora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Noelia Fino, en 1935 Tiburcio Carías Andino mandó a llamar al arquitecto y escultor mexicano Augusto Morales Sánchez, para que le diera una nueva cara al parque.
Pero el entonces presidente Carías, quería que el parque tuviera una temática maya, inspirado en todo lo que vemos en Copán Ruinas, además que, desde su punto de vista, los hondureños somos descendientes de los mayas, entonces deseaba que el hondureño se fuera haciendo esa idea, según nos relató Noelia Fino.
Por otro lado, según la historiadora, no todo lo que vemos en el parque es igual a lo que hay en Copán, pues muchos detalles fueron tomados de la cultura azteca y otros de las ruinas Tikal en Guatemala. Pese a ello, el parque logró convertirse en una insignia de la ciudad, por esa armonía entre naturaleza e historia, que lastimosamente debido a la inseguridad y descuido de las autoridades, ya no podemos seguir admirando sin temor que nos ocurra algo.
Reparación de la AMDC
En 2017 la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) recibió el aplauso de toda la ciudad, cuando anunció que entraría en reparación el famoso parque, siendo para muchos el resurgir del lugar para que volviera a ser un punto obligatorio para ir a visitar durante los fines de semana. Para mediados de 2019, autoridades anunciaron que los trabajos del parque habían finalizado, arreglando detalles insignificantes para otros, pero importantes para conocedores del tema, respecto a las obras que yacen en el lugar.
Además, informando que policías municipales darían seguridad a la ciudadanía para que todos volvieran a visitar La Concordia, además que se le daría el aseo correspondiente para que siempre luciera impecable, sin embargo, según nos cuenta Muñoz, todo terminó siendo una promesa más sin cumplir, porque asegura que a veces pasan varias semanas sin que los empleados de la alcaldía hagan el respectivo levantamiento de hojas y de basura que malos ciudadanos arrojan por doquier.
Y pudimos constatar que no había ninguna patrulla en el lugar brindando seguridad a los pocos que se atreven a llevar a sus hijos al parque. «La cultura de los pueblos se conoce por sus parques, cuide éste», se lee en varias partes, ese era el deseo de las autoridades en el siglo pasado, pero hoy, pareciera ser como si se tratara de un «no me olvides» del Parque La Concordia, quizás algún día vuelva a vivir nuevamente sus años más dorados.
Pero La Concordia sigue buscando la manera de permanecer en la mente de todos. ¿Sabías que hay personas enterradas aquí? Apostamos que quizás no lo sabías y si tenías conocimiento de ello, posiblemente no sepas el mensaje que está escrito en las lápidas. Te dejamos el reportaje para que te enteres más de las dos lápidas que se encuentran en el parque…