En RadioHouse seguimos destacando lugares emblemáticos de la capital. Lugares que marcaron un antes y un después del Distrito Central, y que hoy se han convertido en un baluarte, debido a su importancia a nivel histórico, siendo piensa fundamental de la ciudad.
Hoy les contamos del monumento que este año cumple 100 años de existencia. El Obelisco celebra su centenario, viviendo épocas magníficas y viendo pasar los años junto a la sociedad hondureña, que durante todo este tiempo ha ido adaptándose a los cambios del mundo.
Este monumento fue confeccionado para conmemorar 100 años de independencia. Según la historia, su construcción fue en 1921 en el gobierno del General Rafael López Gutiérrez, quien tomó la decisión de construir un monumento que serviría de marco para la conmoración del primer centenario de la Independencia Nacional.
El Obelisco se convirtió en uno de los mayores atractivos de la Calle Real de Comayagüela. Siendo una base hexagonal de cuatro metros desde la base, una pirámide de piedra cantera rosada de doce metros en el mero centro de la calle que desemboca en el famoso puente Guacerique.
Los trabajos tuvieron que ser acelerados, el General Gutiérrez quería celebrar con mucha alegría el centenario de la patria. Un 15 de septiembre de 1921 la obra fue inaugurada; el Obelisco del Centenario había cobrado vida, dando tributo a aquellos padres de la patria que dieron independencia a Centroamérica.
Actualmente, se mantiene un escudo que representaba la Federación Centroamericana y en aquel entonces, también estaban colocados en los otros lados del pedestal los escudos de los países que conformaban la unión centroamericana, pero hoy, esos escudos ya no estan en el monumento.
Para volverlo un lugar más turístico, autoridades decidieron realizar un parque, para darle mayor vistosidad, y es así que a la nueva obra se colocaron a su alrededor arriates y bancas de cemento para que los visitantes descansaran, y pudieran pasar un momento ameno con sus seres queridos
En aquellos años, a las áreas verdes se les daba el mantenimiento que merecían. No solo destacaba en este lugar, sino en todos los parques de Tegucigalpa y Comayagüela, que en un momento recibían centenares de personas de las denominadas ciudades gemelas que conforman Distrito Central.
Hoy el Obelisco sigue siendo imponente, pero está un poco abandonado. La basura se ha apoderado de las áreas verdes, y en la base de la estructura se pueden encontrar “mensajes” de personas sin escrúpulos que no saben apreciar un de los monumentos más importantes que tiene la capital.
Es por eso, que les invitamos a destacar este tipo de lugares y visitar un poco seguido, ya que, de volverse más concurrido como lo fue en un principio, volverá a retomar importancia para ciudadanos y también para las autoridades, quienes verán en El Obelisco, un lugar donde podrán invertir, para que las familias del Distrito Central puedan pasar un momento agradable.