Las clases semipresenciales en el sistema educativo público del país tienen el visto bueno por parte de la Secretaría de Educación, sin embargo, padres, maestros y alumnos de cada centro educativo deberán establecer si desean implementar esta modalidad o continuar solo con las clases virtuales.
A un año desde que las instituciones educativas cerraron las puertas por el COVID-19, autoridades buscan la manera de implementar la modalidad semipresencial, bajo estrictos controles de bioseguridad entre los niños de educación primaria y secundaria. El protocolo se viene desarrollando desde el año pasado y finalmente tiene el visto bueno por el ente regulador del sistema educativo del país.
Pero no es una imposición, todo depende de si realmente los alumnos, padres y maestros desean implementarlo, de ser así, se manda una solicitud al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) que determinará si es factible o no que el centro educativo cuente con esta modalidad. Todo indica que en las zonas rurales es donde más fácil es, debido a que no hay mucha aglomeración de niños, todo lo contrario en las principales ciudades del país, donde hay instituciones que cuentan con hasta más de mil estudiantes.
Desde el año pasado, algunas escuelas del interior del país, trabajaron en un pilotaje. «En centros educativos donde los docentes padecen de una enfermedad de base y son mayores de edad, no ha habido ningún contagio en la escuela», declaró la vicesecretaria de educación, Gloria Menjívar, dejando en claro que el riesgo de contagio es mínimo.