Sabanagrande la capital de la rosquilla; el destino perfecto para disfrutar en familia

En lugar de quedarnos en casa y seguir la monótona rutina que siempre nos aburre, porque no dedicar el tiempo en salir a conocer los bellos municipios que existe en Honduras, donde podemos pasar momentos agradables y en paz, algo que tanto necesitamos. Es por eso que te invitamos a conocer Sabanagrande, el municipio de la rosquilla, al que nunca le puedes decir que no.

Sabanagrande queda ubicado a 42 kilómetros de Francisco Morazán, carretera al sur, este bello lugar es conocido por la amabilidad de su gente, su artesanía y principalmente por uno de sus productos insignia, la rosquilla, las quesadillas y las tustacas, que, son parte esencial y fundamental de su economía y cultura gastronómica.

Foto: Pavel Aguirre

Es un sitio deslumbrante, puedes realizar diferentes actividades con la familia o amigos, siendo este el lugar perfecto para visitar cualquier día de la semana. Sabanagrande es conocido por sus populares y deliciosas, rosquillas, quesadillas y tustacas, son productos que se empiezan a hornear en la fresca madrugada y son la carta de presentación del pueblo, estos exquisitos alimentos, hechos de maíz molido, a lo largo de la historia han sido parte fundamental de su economía.

Hace tus planes y venite el fin de semana a disfrutar de la increíble experiencia de caminar por sus antiguas calles, es un pueblo muy seguro y armónico, sus habitantes son muy respetuosos y educados, saben cuidar muy bien a sus visitantes.

Estas personas aman su cultura y con el pasar de los años lo demuestran, porque realizan sus actividades representativas: fiestas, toreadas, carreras de cinta entre otras, sus tradiciones siguen vivas e intactas.

Foto: Pavel Aguirre

Cabe mencionar que en este bello lugar se encuentra la parroquia “Nuestra Señora del Santo Rosario” construida a finales de la primera década del siglo XVIII. Es una réplica de la Catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, pero en menor escala porque tiene las dos entradas, pero no las torres de los campanarios, un templo religioso representativo de la capital de la rosquilla.

De igual manera tienes que visitar Sabanagrande por su Feria Patronal, en honor a la virgen de la Candelaria, que se celebra en los primeros días de febrero, pero este año, debido a la pandemia no se realizó, pero estamos seguros de que pronto volveremos a disfrutar de esta llamativa y alegre feria del municipio de la rosquilla.

Foto: Pavel Aguirre

Si eres de las personas que les gusta darse un chapuzón en las pozas o ríos, también podés visitar y disfrutar la cascada de Los Nanzales, un paraíso terrenal de agua cristalina y de color azul turquesa. Su coloración se debe una mezcla de los espectros de colores azul y tonalidades rojas en el agua, por esa razón se forma el color azul turquesa.

La cascada está rodeada de rocas gigantes y árboles, es un lugar verde lleno de vida, la vista que se observa desde la cascada deja boquiabiertos a los turistas, se contempla una impresionante vista del agua fresca cayendo desde lo más alto en las rocas, crea una sensación única y placentera.

Foto: Hondufalls

Por otra parte, es casi obligatorio que todo viajero que va de camino al sur o viene para la capital, tiene que hacer la parada obligatoria en este lugar, porque quien no ha probado una rosquilla o tustaca, no conoce de los verdaderos manjares de la vida. Este municipio te ofrece productos hechos en casa con precios muy bajos y que sirven para apoyar a nuestros hermanos hondureños.

Muchas veces nos afanamos por conocer otros lugares del mundo, pero no podemos ser candil de la calle y oscuridad de la casa, es importante visitar estos sitios tan hermosos. Si deseas visitar Sabanagrande siempre tienes que utilizar todas las medidas de bioseguridad, mascarilla obligatoriamente, y  siempre utilizar gel y desinfectante, además debes mantener el distanciamiento, las reglas son pequeñas, pero la experiencia es grande.

Foto: Pavel Aguirre

Porque si quieres pasarla a lo grande, el destino es Sabanagrande. Te invitamos a visitarlo, lleva a toda la familia y disfruta de una rica sopa de mondongo, cómanse un tamal o tómense un café calentito, acompañado de un par de rosquillas, cada uno de estos alimentos son ricos en sabor y amor, sus precios son increíblemente cómodos y sobre todo las personas te atenderán amablemente en Sabanagrande.

“Hay lugares donde uno se queda, y lugares que se quedan en uno, así es Sabanagrande”