Desde que comienza la pretemporada en la NFL los 32 equipos trabajan con un solo objetivo en mente, y este es clasificar al Super Bowl. Hablamos del partido más esperado, el que todos quieren ver, el que define al campeón, el que marca historia y al que solo los dos mejores pueden llegar; para muestra un botón…
Los Kansas City Chiefs indudablemente son la sensación del fútbol americano, son los actuales campeones y en esta campaña partían como favoritos para volver a la gran cita, por lo que no decepcionaron en ningún sentido, ni siquiera en el camino que les tocó recorrer.
En la temporada regular terminaron siendo el mejor equipo de la Conferencia Americana al registrar un récord de 14 victorias y apenas dos derrotas, algo que les valió para evitar la Ronda de Comodines en el inicio de los “PlayOffs”.
Por lo tanto en esta postemporada les tocó entrar en acción hasta la Ronda Divisional, en la que vencieron por un marcador de 22-17 a los Cleveland Browns en un partidazo en el que incluso su quaterback titular, Patrick Mahomes, tuvo que salir de cambio por algunas molestias.
Posteriormente los “Jefes” derrotaron 38-24 a los Buffalo Bills en la Final de Conferencia, siendo clave en ese partido la defensa en el ataque aéreo del rival, y claro, la participación de un Mahomes ya recuperado de su lesión.
Con ello Kansas City se clasificó al Super Bowl LV (55) y busca revalidar su corona, algo que no es muy común en la NFL, tanto así que no sucede desde las temporadas 2003 y 2004, cuando los New England Patriots fueron bicampeones con Tom Brady al mando, curiosamente su rival este día, solo que ahora defendiendo los colores de Tampa Bay Buccaneers.
Esto nos deja claro que hoy tenemos un duelo de experiencia contra juventud.
Imagínense que cuando Brady levantó aquel segundo trofeo Vince Lombardi de manera consecutiva Patrick Mahomes apenas tenía 9 años de edad, y hoy con un anillo ya en su poder busca reforzar su propia historia, esa que por ahora se perfila a llegar muy lejos en la NFL.
