“El servicio a otros es la renta que pagas por tu cuarto aquí en la tierra”
La lucha contra la pandemia sigue vigente en el país. Doctores, enfermeras y el resto del personal que brindan sus servicios en los centros hospitalarios del país, batallan día con día para poder recuperar a los cientos de personas que se han contagiado con el virus.
Lastimosamente, durante esta difícil etapa varios médicos también han perdido la batalla contra la COVID-19. Esta semana falleció Cándido Mejía; médico, amigo, padre de familia y un gran ser humano, que por muchos años prestó sus servicios a todo aquel que lo necesitó.
El Dr. Cándido Mejía era especializado en el área de dermatología y medicina interna, realizó sus estudios en la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, Hospital das Ciencias de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Representó al país como Delegado en el Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatología CILAD y también era miembro activo de la mesa Directiva Estatutos y Reglamentos de dicho colegio.
Asimismo, se desempeñó como catedrático de Dermatología Pregrado de La Universidad Católica de Honduras y postgrado en Medicina Interna de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), siendo el Jefe del Departamento de Dermatología del Hospital Mario Rivas en San Pedro Sula.
Desde el comienzo de la pandemia, Mejía nunca dudo en prestar sus servicios en pro de las personas, dedicándose día y noche a informarse sobre la enfermedad, creando un tratamiento domiciliar, con el cual, él pudo curar a cientos de personas del país y el extranjero.
El año pasado el doctor Cándido Mejía siguió prestando sus servicios a través de las plataformas digitales, realizando consultas gratuitas, y poniendo a disposición su número de teléfono y la modalidad de videollamadas, método con el cual atendió y curó a varios pacientes.
Durante el mes de junio del año pasado, en RadioHouse pudimos entrevistar a este gran profesional de la salud, donde nos explicó los detalles del tratamiento que estaba usando y el motivo primordial de poder ayudar a las personas durante esta crisis.
“Me siento muy orgulloso y feliz de estar colaborando en esta situación del COVID-19, de poder ayudar a las personas y a la población Hondureña de una forma desinteresada, lo hago con amor, de corazón es mi pasión de poder ayudar al prójimo”, nos dijo en aquella ocasión el galeno.
Hoy toda Honduras llora su partida, pero su legado sigue vigente, ya que, por muchos años el doctor Cándido Mejía dejó sembrada una semilla en cada foro, entrevista, cita, y platica que tuvo en todos los años como médico. Q.D.D.G. Cándido Mejía Castro.