El reloj marca las 4:30 am, la alarma suena anunciando que ya es un nuevo día, a las 5:00 am comienza su ruta para correr 10 kilómetros desde la colonia Reparto por Bajo hasta El Picacho, rutina que se repite diariamente y que durante los últimos días se ha vuelto bastante difícil por el frío que impera en la zona en tempranas horas de la mañana.
A palabras de Julián Solís, entrenador de boxeo en la Villa Olímpica, así se forja desde los cimientos a un campeón. Hoy nos sentamos a platicar con el joven boxeador hondureño Gerardo Sánchez, conocido también como «El Chocolatito» Sánchez, quien tiene entre ceja y ceja ser el próximo campeón mundial de boxeo de origen catracho.
A Óscar de la Hoya lo llamaban «Golden Boy», a Roberto Durán lo conocieron como «Manos de Piedra» y a Floyd Maywheatter, pues, sabemos por qué le conocen como «Money». ¿Cómo nace el apodo de «Chocolatito»?
-Sonríe antes de responder- «Me lo pusieron porque me gusta el chocolate y porque tengo un pequeño negocio de chocobananos en mi casa ja,ja,ja».
Con apenas 19 años, Sánchez tiene un largo recorrido por hacer. Este camino comenzó a los 17 años, cuando decidió llegar al Cuartel de los Campeones en la Villa Olímpica, lugar donde se han forjado la mayoría de boxeadores hondureños. Aunque al principio parecía que su sueño se trancaba por un factor del que no podemos prescindir, el dinero.
«Cuando llegué a la Villa Olímpica, esa vez no estaba el profesor Julián Solís, por lo que me entendí con el encargado que estaba ese día y me dijo que eran 500 lempiras para entrar. En mi mente me dije, pucha yo no los tengo, pero le preguntaré sin con 400 me deja entrar y él me dijo que sí, que se lo iba a comentar al profesor. Estuve ahorrando y mi familia también me ayudó a ajustarlo», recuerda.
Y siempre económicamente hablando, el boxeo es uno de los deportes con menos apoyo en el país, lo que siempre resulta difícil para los atletas como el caso de Gerardo, quienes deben hacer cosas extraordinarias con tan poco. A partir del 2020 comenzó como becario en las Becas 2020 del gobierno, aporte que le ha solventado los gastos de transporte.
«Es muy difícil, pero Dios va abriéndonos el camino. Haciendo que todas las limitaciones que tengamos vayan desapareciendo y bendiciéndonos. Si Dios me lo permite, me gustaría ser un ejemplo para los niños, para que también quieran ser boxeadores».
Desde el pasado mes de marzo, la Villa Olímpica ha sido cerrada para los atletas, sirviendo como centro COVID-19 y hasta como centro de albergue, complicando la preparación de quienes entrenaban en este recinto deportivo que no ha vuelto a abrir.
«Primero me iba a correr porque las condiciones físicas en el boxeo son primordiales, porque puede tener mucho talento, pero si no tiene las condiciones es muy difícil. Entonces me iba a correr al Picacho, después me hice un saco para estar golpeando y, posteriormente, el profesor consiguió sacar algunos implementos deportivos del gimnasio de la Villa Olímpica para instalarlos en mi casa».
Honduras no ha sido una cuna de boxeadores como nuestros hermanos nicaragüenses, siempre la mayoría de jóvenes piensan en ser futbolistas, pero en el caso de Gerardo Sánchez no fue así.
«Escogí el boxeo porque es un deporte que me apasiona, es un deporte que yo amo, que, si no tienes ese sacrificio, muy difícilmente podrás triunfar. Es un deporte que te inspira, así lo veía en las películas de Rocky Balboa y en las peleas de Manny Pacquiao».
Ricardo «El Finito» López es el ídolo de Floyd Mayweather y para nuestro compatriota Teófimo López es Mike Tyson. Sánchez presenta un top 5 de boxeadores con los cuales se identifica.
«Son Manny Pacquiao, Anthony Joshua, Gennady Golovkin, Román «El Chocolatito» González y Floyd Maywheatter, a pesar que para muchos Floyd es altanero, pero a base de su disciplina ha logrado grandes cosas».
Pero no deja a un lado los boxeadores nacionales, y se enfoca en uno…
«Yo llegué al boxeo por Josec «El Escorpión» Ruíz, le escribí un día por Instagram y él me contestó, me dijo que llegara al Cuartel de los Campeones. Después de eso, él me dio muchos consejos, es una gran persona».
Actualmente Gerardo se encuentra cursando su segundo año de la carrera de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
«Me gusta estar de lado de la gente, conocer lo que atraviesan, además, periodismo es esa alternativa para dar a conocer eso y buscarles soluciones. Ha sido difícil por esto de la pandemia con las clases virtuales, pero la perseverancia y el deseo por seguir adelante me ha ayudado».
A veces, los deportistas tienden a dejar a un lado los estudios por enfocarse en su deporte, Sánchez ha logrado mantener una sinfonía entre el estudio y el boxeo.
«Siempre he sido un chavo que, si se enfoca en algo, va a ser disciplinado en hacerlo. Iba de 8 de la mañana a 12 del mediodía a la UNAH, después me iba para la Villa Olímpica a entrenar con el profe y después a la casa a terminar mis tareas».
A largo plazo «El Chocolatito» tiene bien definido su sueño.
«Ir por un título mundial, defender el título y si Dios lo permite, unificar las 108 libras y después ganar los títulos de las 112 libras. Y espero el apoyo de la gente porque si yo gano, ganan ustedes, ganamos todos, porque todos somos chocolatito».
El pasado 12 de diciembre tuvo su segunda lucha de carácter internacional, la cual se realizó en Nicaragua, país en el que se están permitiendo todo tipo de actividades deportivas. Siendo esta su segunda victoria, tras ganar en su debut en Guatemala el 14 de septiembre del 2019.
«Esta pelea gracias a Dios fue excelente. Logramos el objetivo que era ganar y un plus fue que lo hicimos por la vía de un nocaut técnico, con dos golpes de gancho ganamos y nos trajimos la victoria al país».
Su próxima pelea será el 27 de febrero en Nicaragua, aunque todo dependerá de si consigue los suficientes fondos para emprender su viaje, ya que actualmente cuenta solo con el apoyo de la Federación Hondureña de Boxeo, aun así, su optimismo se mantiene y dejó algo bien claro. «Voy a estar bien preparado para traerle un triunfo a mi gente», concluyó.
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