Estamos acostumbrados a una organización cronológica que pocas veces nos cuestionamos desde cuándo y por qué surgió, así como los elementos que la caracterizan. En el 2021 coincide en fechas con el año 1993 y otros años, a este tipo de anuario se le conoce como “calendario gregoriano” y sucede cada 28 años.
El calendario gregoriano tiene su origen en Europa, fue impuesto por el papa Gregorio XIII en el 1582, el cambio se promulgó públicamente el 24 de febrero del mismo año, el calendario gregoriano entró en vigor por el calendario juliano (creado por Julio César). Este cambio se adoptó inmediatamente por los estados católicos europeos: España (y sus posesiones), los principados italianos y Portugal; un poco más tarde serían Francia, Polonia y los principados católicos del Sacro Imperio.
La razón de este desorden se debía que, por los últimos 1.600 años, la civilización se había regido por el calendario juliano, este último se basaba en el movimiento del sol para medir el tiempo, por tal razón se tomó la decisión de cambiar el calendario “Gregoriano” por parte del Imperio Romano, y es sin dudas uno de los grandes hechos que cambiaron la existencia del mundo tal como lo conocemos.
El calendario juliano tiene un año regular de 365 días divididos en 12 meses. Esta discrepancia fue corregida por la reforma gregoriana de 1582. El calendario gregoriano distingue entre: Año común: el de 365 días. Año bisiesto: el de 366 días.
El calendario gregoriano cuenta con más de cuatrocientos años desde que se implementó, sus características más sobresalientes son: Las estaciones corresponden cada año a los mismos meses. Incluye el año bisiesto cada cuatro años. Para su realización participó una comisión importante de astrónomos. El registro más antiguo de un calendario data del año 8000 a.C., y estaba basado en las fases del Sol y la Luna. Fue encontrado por un equipo de arqueólogos británicos en un monumento mesolítico de Aberdeenshire, en Escocia.
El calendario es usado prácticamente por el 100% de la población para la medición del tiempo, solo algunos países minoritarios se han resistido a su uso. El ciclo del calendario gregoriano es de 28 años, funciona bien mientras se mantenga el ciclo de cuatro años, en los años bisiestos. Para salir de la duda puedes comprobar el dato, haciendo una comparación con las fechas de calendarios de los años 1993, 1965 y 1937, y observarás que son las mismas fechas.