Los Tigres alcanzaron la gloria en la Liga de Campeones de la Concacaf, al derrotar 2-1 a Los Ángeles FC, partido en el que los mexicanos comenzaron perdiendo, pero que André-Pierre Gignac salió una vez más como heroe para darle la alegría a toda la afición auriazul.
Ricardo Ferreti presentó a: 1. Nahuel Guzmán (P), 3. Carlos Salcedo, 4. Héctor Ayala, 5. Rafael Carioca, 20. Javier Aquino, 19. Luis Rodríguez, 23. Luis Quiñones, 19. Guido Pizarro, 29. Javier Dueñas, 17. Leonardo Fernández, 10. André-Pierre Gignac.
Por su parte, Bob Bradley mandó al terreno de juego a: 1. Kenneth Vermeer (P), 27. Tristan Blackmon, 94. Jesús Murillo, 4. Eddie Segura, 12. Diego Palacios, 14. Mark Kaye, 7. Latif Blessing, 11. José Cifuentes, 10. Carlos Vela, 16. Danny Musovski y 9. Diego Rossi.
La cuarta fue la vencida
Los universitarios ya habían disputado anteriormente la final del torneo más importante de la confederación a nivel de clubes, sin embargo, en las tres veces que la alcanzó fue subcampeón. En 2016 perdió contra América, en 2017 contra Pachuca y el año pasado frente a su vecino, Monterrey, la derrota más dolorosa, sin duda. En este conteo no se suma la final que perdieron en 2015 en Copa Libertadores, frente a River Plate, ya que el torneo no es de Concacaf.
Tigres, que llegaba de vencer al Olimpia, tuvo que comenzar desde abajo para alcanzar la gloria, pues Los Ángeles FC se fue adelante en el marcador con un gol de Diego Rossi en el minuto 61, y sí, la primera parte fue bastante aburrida, con poco fútbol y más patadas que otra cosa. Al caer el gol, muchos asumieron que la desgracia de los felinos se volvería a repetir.
Once minutos tuvieron que transcurrir para que finalmente los universitarios consiguieran empatar el encuentro, este gol llegó a través de un tiro de esquina, Hugo Ayala saltó por los aires para ganar de cabeza el balón y mandarlo al fondo de la red. Y al 84 llegó la estrella de Tigres, el francés André-Pierre Gignac, que recibió un pase de Luis Rodríguez, y desde la media luna del área prendió el balón de primera, mismo que se coló por bajo, al lado derecho de la portería del cancerbero angelino.
El club estadounidense no se pudo levantar de ese gol, Carlos Vela estuvo con un nivel bajo, comparado lo mostrado en los partidos de cuartos de final y semifinal, donde desplegó asombrosas jugadas que terminaron en goles. De este modo, Tigres amplió el dominio de los clubes mexicanos en la región. Los gringos y canadienses siguen sin poder quitarles ese lugar y los centroamericanos aún sufren para llegar hasta semifinales; aún queda mucho por trabajar para llegar a una nueva final.