Los leones del Olimpia jugaron por primera vez en veinte años una semifinal de la Liga de Campeones de la Concacaf y soñaban con llegar a la final, sin embargo, la superioridad del equipo mexicano fue demostrada en el terreno de juego y venció a los blancos 3-0.
Ricardo Ferreti presentó en su once inicial a: 1. Nahuel Guzmán (P), 28. Luis Rodríguez, 3. Carlos Salcedo, 4. Hugo Ayala, 29. Jesús Dueñas, 5. Rafael Carioca, 17. Leonardo Fernández, 19. Guido Pizarro, 23. Luis Quiñones, 20. Javier Aquino y 10. André-Pierre Gignac.
Pedro Troglio mandó al terreno de juego a: 1. Edrick Menjívar (P), 2. Maylor Núñez, 3. Elvin Casildo, 16. Johnny Leverón, 25. Javier Portillo, 20. Deybi Flores, 32. Carlos Pineda, 15. Edwin Rodríguez, 31. Marvin Bernárdez, 27. Jerry Bengtson y 19. Yustin Arboleda.
Desconcentración fulminante
Olimpia repitió alineación contra los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y se mostró pulcro en defensa durante los primeros minutos, a tal grado que el equipo mexicano desplegó muy pocas ideas para entrar en profundidad al área olimpista.
Aunque Olimpia propuso poco en ataque, estaba logrando su objetivo, evitar que el balón entrara en su arco, y cuando parecía que llegaba el final de la primera parte con un empate 0-0, la fatalidad llegó para los de Troglio.
Minuto 47, Edrick Menjívar y Arboleda no se entendieron en un tiro de esquina, el balón quedó en el área, Gignac de chilena le pegó, salvó Carlos Pineda en la línea y la esférica volvió a quedar a la deriva y Luis Quiñones la remató con violencia, Deiby Flores nuevamente salvaba, pero con la mano, el árbitro pitaba penal y lo expulsaba del partido.
El francés, André-Pierre Gignac tomó el balón y venció la meta de Menjívar, 1-0, finalizaba la primera parte y los albos tenían que contener el ataque de la fiera con solo 10 hombres. En el inicio de la segunda parte, Jerry Bengtson tuvo la más clara al 54, frente al arco definió de una mala forma y dejó escapar el empate.
Dos minutos después, llegó el que sería la lápida para los olimpistas, un centro por derecha terminaba en las manos de Jorge Álvarez, un nuevo penal que André-Pierre Gignac aprovechó para sentenciar el partido. Y para terminar de rematar, al 78, Elvin Casildo anotó en propia puerta, se acababa el sueño con el marcador 3-0 en contra.
Los olimpistas no regresaron con las manos vacías, por clasificar a semifinales obtuvieron una recompensa de 200 mil dólares, de haber pasado a la final, hubiera asegurado al menos 300 mil dólares más. Tigres jugará el próximo marte la final contra Los Ángeles FC, que dejó en el camino al América de México, venciéndolo 3 goles a 1.
