Desde presidentes hasta mecánicos, desde médicos hasta meseros, desde abogados hasta carpinteros, no importa el oficio o profesión, todos alguna vez en la vida recibieron la formación de quien se convirtió por un periodo corto o largo de tiempo, como una segunda madre o un segundo padre.
Sin duda que los maestros son una parte importante de un país, por su don de enseñar a muchas generaciones. Hoy, RadioHouse tiene el gusto de charlar con el catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Mario Hernández, docente que se volvió popular en las redes sociales por recibir la admiración de personas de varios países, tras que alumnos de la clase de Energía y Cambio Climático no se hicieran presente a una clase virtual en días anteriores.
El ingeniero es un maestro por hora de la UNAH y gracias a su profesión desde el 2015 lleva a cargo la impartición de la clase anteriormente mencionada. Ante el clamor de algunos estudiantes de la máxima casa de estudios, que a través de Facebook consultaron en qué horario da la clase, le trasladamos al catedrático esa interrogante.
“Se me asignó el horario de 5:00 pm a 6:00 pm, por el volumen de estudiantes se nos explicó que se nos iba a dar solo una clase. En época presencial, antes de la pandemia, yo daba 3 secciones desde las 6 de la tarde hasta las 9 de la noche“, dijo el licenciado.
La actual pandemia del COVID-19 vino a cambiar muchas cosas, sobre todo en el plano educativo, Honduras era hasta entonces un país que daba poco o casi nada de clases bajo la modalidad virtual, debido a ello, este proceso de transición, requirió que los catedráticos se adaptaran a esta modalidad, recibiendo capacitaciones, en este caso, por la universidad.
“Sí hubo a algunos maestros que les costó un poco más adaptarse, pero ya veníamos orientados para esto, a esta nueva realidad que en otros países es bien común y que seguro es para donde vamos a ir más ampliamente“.
Las clases presenciales y virtuales son muy diferentes, según Hernández depende de cada docente, hay unos que se siente bien con esta modalidad, pero hay algunos que se encuentran “enchapados a la antigua” y por eso algunas clases virtuales tienden a ser poco dinámicas. “La clase no es que uno se va a sentar a una pantalla a darla como si está presencial, sino que, más que todo, reforzar puntos del material que previamente debió haber estudiado el alumno y que ahí comparte observaciones, resuelve dudas y expresa, de repente, aspectos de la vida real“.
Sin embargo, pese a que la mayoría de maestros se preparan con todo lo necesario para dar clases, hay alumnos que no le toman la debida importancia y eso fue algo que vivió recientemente el Ingeniero Hernández, cuando en una de sus clases solamente contó con la asistencia de una alumna, la señorita Karelia Jysel, quien en sus redes sociales manifestó su malestar por la poca responsabilidad de sus compañeros.
“Sentí tristeza porque no puede ser que en un país ávido de conocimiento y de otras necesidades se dé este tipo de respuesta negativa de parte de los estudiantes porque hay otras universidades que son pagadas, aunque esta universidad le cuesta al pueblo, estamos claros, pero sí da pesar porque desaprovechan oportunidades que otros desean“, manifestó con un tono de voz bajo.
Días después, cuando muchos conocieron la historia del catedrático, varias personas decidieron darle una sorpresa para la próxima clase, y fue el tener un salón virtual lleno con mensajes de agradecimiento, en esa ocasión se reportaron personas hasta de origen internacional, como mexicanos, puertorriqueños, panameños y otros hondureños que radican en Estados Unidos.
“Me sentí alegre al ver que había tanta gente conectada y el ejemplo también que se le estaba dando no a mí, sino que al resto de los estudiantes que no habían podido conectarse en aquella ocasión”, dijo con una alegría reflejada en su rostro.
Y como dijimos anteriormente, la docencia forma parte importante en un país y así lo ve Hernández: “Yo en la docencia veo la capacidad de formar tanto profesional que necesitamos en nuestro medio. El tema que nosotros a nivel internacional estemos señalados como un país altamente corrupto, razón por la que perdemos oportunidades de desarrollo por ese estigma, es ahí que tenemos que empezar a atacarla, difícilmente arriba donde ya el mal está hecho, si no que, desde la niñez, desde el kínder y aportar un granito“.
Antes de retirarse de nuestras instalaciones, el catedrático recomendó, tanto a estudiantes como docentes, adaptarse a esta nueva normalidad dentro de educación. “Estar abierto al cambio que viene porque ya definitivamente no vamos a ser los mismos y tenemos que ir de paso en paso hacia esta nueva realidad”, concluyó.