Un 22 de noviembre del 2013 la junta directiva presentaba a Diego Martín Vásquez Castro como nuevo técnico del Motagua, siete años después ni el motagüense más optimista habría imaginado todos los logros que han alcanzado las águilas de la mano de su “barbie”.
Parece que fue ayer cuando un recién retirado Diego Vázquez tomaba el rumbo de un equipo que había sufrido descalabros desde su último título en 2011 con Ramón Maradiaga como técnico. Pocos recordarán de buena forma el paso de Hristo Vidakovic por la institución, o los fracasos de José ‘‘Pepe’’ Treviño, Reynaldo Clavasquín y el regreso de quien en vida fuera Juan de Dios Castillo.
En su primer torneo, Motagua quedó en cuarto lugar de la tabla, para entonces, ya clasificaban seis equipos a la ronda final, los azules en esa ocasión se enfrentaron contra Marathón en repechaje y sería la única vez en todos estos años en que Motagua no alcanzaría estar en instancia de semifinales, debido a su derrota frente a los verdes.
Pero Motagua dejaba un buen sabor de boca a sus aficionados, la defensa comenzó a ser más organizada y en ese torneo su portero Sebastián Portigliatti fue el menos batido. Seis meses después llegaría el título número 13 para las águilas, el primero de cinco para Diego como técnico.
Aunque Motagua después perdió una final frente a Olimpia en 2015, siempre quedará en mente de los azules el bicampeonato que alcanzaron posteriormente derrotando dos veces a su vecino y no solo eso, sino que también que su equipo se ha impuesto en semifinales ante los leones. Alegría para quienes durante mucho tiempo vieron como Olimpia mantenía una paternidad en semifinales contra las águilas.
Siete años después, Motagua es el equipo más protagonista de la Liga Nacional y aunque muchos digan que su estilo de juego es el mismo, siempre le resulta difícil a los rivales neutralizar ese ataque por las bandas. Y pese a que todavía no ha podido ganar el certamen de la Liga Concacaf, los motagüenses puede sentirse orgullosos por las campañas que han realizado durante lo últimos años, alcanzando en dos años consecutivos llegar hasta la final.