Honduras, país lleno de gente trabajadora y luchadora. Y el gran Nelson Pineda es uno de esos hombres que a lo largo de su vida ha trabajado duro, para poder alcanzar sus metas. Pineda nunca imaginó que, de pronto, la vida le sonreiría de una manera tan especial. Apenas unos años atrás, obtenía ganancias mínimas con sus cultivos, pero hoy las ganancias se han ido multiplicando.
Pineda, de 37 años de edad, está casado con Ana Hernández y juntos han procreado a tres hijos: Edwin 17 años, Esteban de 12 y Francisco de apenas un año de edad. Su horario de trabajo es de 5:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, es decir, de sol a sol, “pero siempre hay tiempo para divertirse, compartir con la familia y salir de paseo”, asegura el dinámico padre quien afirma tener corazón de niño.
En esta vida todos buscan respuestas, para obtener la clave del éxito y don Nelson tras prueba y error ha obtenido su respuesta. “Haber tomado decisiones oportunas en el momento oportuno, haber dado ese paso hacia la formalización en busca de un mercado seguro que garantizara ganancias justas para todos”.
Al principio Pineda solo producía zanahoria y papa, pero gracias a la asistencia técnica que ha recibido por parte de organizaciones como World Vision Honduras y empresas como Walmart Centroamérica, ha logrado diversificar la producción y con ello aumentar sus ganancias.
Nelson es originario del sector de La Granadilla, municipio de La Virtud, en el departamento occidental de Ocotepeque. Esta pequeña comunidad, de menos de 10,000 habitantes que residen en 8 aldeas y 44 caseríos, es una de las más prósperas de la región por su abundante agua y altura, casi 1,000 metros sobre el nivel del mar.
En la actualidad, Nelson tiene cultivadas unas 8.3 manzanas con productos como zanahoria, papa y ahora también con remolacha y pataste. El crecimiento ha sido exponencial. Al inicio solo tenía un par de empleados, pero ahora dispone de una fuerza de trabajo de 12 personas, entre ellas 4 mujeres que laboran en el área de maquila de plantas.
En tiempos de cosecha, las contrataciones se incrementan, generando mucho empleo e ingresos justos y prosperidad para la comunidad. Meses atrás y como parte del apoyo recibido por Walmart y World Vision, Nelson pudo instalar un moderno y eficiente invernadero para maquillar plantas, el cual es operado por cuatro mujeres que son una prueba fehaciente de que no hay límites para el empoderamiento femenino.
Nelson ofrece sus productos al mercado formal desde el año 2017 y en apenas tres años, afirma que es la mejor decisión que ha tomado porque le garantiza: un mercado seguro, precios justos para el productor, el detallista y el consumidor y asistencia técnica para diversificar e incrementar la producción.
“Antes cosechaba grandes cantidades de productos, pero recibía poco dinero porque lo entregaba al mercado informal, donde no hay estabilidad de precios”, recuerda Pineda. Ante la necesidad de los productores de potenciar sus negocios, Walmart de Centroamérica creó en el año 2004 el programa Tierra Fértil, el cual tiene como objetivo insertar a los agricultores a un mercado seguro y obtener precios justos por sus productos de calidad.
“Ahora si tengo un mercado seguro, desde 2017 mi vida no es la misma, la oportunidad que se me dio la supe aprovechar y solo he ido escalando. Ahora tengo tres carros, uno de carga para transportar el producto, uno para transportar a los trabajadores y otro para salir de paseo con la familia”, concluyó diciendo muy alegre el agricultor.