La semana pasada un grupo de hondureños decidió probar suerte yéndose para los Estados Unidos. Un grupo de compatriotas partió a pie en busca del sueño americano, dejando a la deriva a sus familias, amores y anhelos. Recientemente, una imagen de un guatemalteco ayudando a los migrantes ha dado de que hablar en redes sociales.
Un hermano guatemalteco ha salido a la calle a donar provisión y otro tipo de cosas, para todos aquellos compatriotas que no cuentan con dinero, puedan obtener algo extra en el camino. Ropa para hombres, mujeres y niños; papel higiénico, agua y galletas, han sido donados por este buen samaritano.
Dicha acción se llevó a cabo a la altura del kilómetro 383.5 del municipio de Poptún, en Guatemala. Dicho gesto fue realizado gracias a la voluntad de este ciudadano, que junto a sus vecinos pudieron recaudar lo antes mencionado, para poder ofrecerlo a todos aquellos que lo necesitaban.
Esta travesía no ha sido fácil para nuestros compatriotas, ya que han tenido que remar contra la corriente y atravesar varias batallas durante su estancia en la hermana república de Guatemala. Autoridades guatemaltecas dieron la orden de capturar a todos aquellos que ingresaron al país ilegalmente; creando tensión entre policías, hondureños y ciudadanos guatemaltecos.
A pesar de esta dura decisión, han sido más los buenos que han aportado una mano solidaria a personas que buscan obtener una oportunidad diferente en otro país. Los “chapines” se han puesto la mano en la conciencia, y saben el duro momento que están pasando estas familias, ya que ellos también han buscado el tan ansiado sueño americano.
Desde antes del año dos mil, el incremento en el número de familias y niños no acompañados provenientes del Triángulo Norte centroamericano ha sido constante. Aproximadamente 3.5 millones de inmigrantes centroamericanos residentes en los Estados Unidos, provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras representan el 86 por ciento de todos los centroamericanos en los Estados Unidos.
Varios desastres naturales, incluyendo el Huracán Mitch en Honduras y Nicaragua en 1998, así como los terremotos de El Salvador a inicios de 2001, llevaron a los Estados Unidos a designar a hondureños, nicaragüenses y salvadoreños elegibles para el Estatus de Protección Temporal (TPS), el cual otorga permisos de trabajo y protección temporal de deportación a ciudadanos.
Cabe señalar, que las remesas que envían estos compatriotas sostienen económicamente a los países centroamericanos. Siendo uno de los principales sustentos, para miles de personas que dependen de su familiar que se encuentra trabajando muy duro en el país norteamericano.