Poco a poco autoridades hondureñas han ido abriendo los rubros que inyectan la economía del país. El turismo ha sido uno de esos rubros, pero en ciertos lados se ha salido de control. Este fin de semana Santa Lucia colapsó de turistas, algo que puede ser contraproducente debido a que aún continuamos registrando cifras por el COVID-19.
Durante estos momentos no vamos a negar que una escapadita puede renovar los ánimos debido al estrés. Pero hay que ser conscientes, eviten visitar los lugares que están saturados de personas, ya que es más fácil poder contagiarse y contagiar a las demás personas.
Las imágenes de la interminable fila de carros entrando y saliendo de “Santa”, dejan mucho que desear y nos pone a pensar. ¿Acaso no hemos aprendido? ¿No razonamos? ¿Somos egoístas? ¿Somos necios? No es por nada, pero no solo Santa Lucia y Valle de Ángeles están cerca para realizar turismo interno, atrévanse a conocer más pueblos y/a realizar nuevas actividades que beneficien su cuerpo y alma.
Visiten Santa Ana, Ojojona, Ajuterique, Lepaterique. Conozcan montañas o cascadas en Güinope. Si vamos a realizar turismo cerca de la capital, démosle la oportunidad a nuevos lugares que son muy bonitos y que no están saturados de personas. Si van, apoyen a los comerciantes, tómense fotos, publíquenlas y siempre anden con sus respectivas medidas de bioseguridad.
Eso sí, salgan el día que les toque salir. No se aprovechen de la circunstancia, ya que no engañamos al gobierno ni a los policías, nos engañábamos a nosotros mismos, ya que por andar de “inteligentes”, podemos afectar a terceras personas o inclusos a nosotros mismos.
Si visitan un lugar y se encuentra muy lleno, no duden en dar la vuelta y buscar otro sitio para pasarla bien. Recuerden que la salud de ustedes y la de sus familiares es primero. En estos tiempos hagan turismo inteligente, planifiquen una ruta donde no habrá muchas personas y busquen siempre horarios accesibles.