¡Morder una baleada es como probar un pedacito de cielo! así lo vamos a describir, pero ¿cuál de los dos tipos es mejor, la sencilla o la que lleva de todo?, bueno pues para gustos la gastronomía catracha.
Es tanta la diversidad de gustos a la hora de probar un platillo hondureño que muchas veces nos llevamos muchas sorpresas en sabores. Hay catrachos que discuten unos con otros en que la baleada para que sea buena se debe comer sencilla, la cual solo lleva frijolitos queso y mantequilla, no más.
Hay quienes piensan todo lo contrario la baleada debe ir con todo, si no, no es baleada. ¿Qué es todo?, pues todo lo que se te ocurra, desde plátano, aguacate, mantequilla, queso, frijoles, huevo con chorizo encurtido y hasta cualquier tipo de carne que te guste. Ah y hay quienes dicen que debe llevar churro adentro para que esté verdaderamente completa.
Lo cierto es que los hondureños amamos las baleadas, es como nuestra comida insignia, y por muy a dieta que te quieras poner si se te cruza un puestito de baleadas en frente es bien difícil resistirte a comprar una.
Hay quienes disputan que en donde son mejores si en Tegucigalpa o en San Pedro Sula, solo los que han probado las de ambos lugares podrán contestar a esta disyuntiva.
¡No podemos comprar la felicidad pero podemos comprar una baleada que viene siendo lo mismo! Son baratas, te llenas y las vas a encontrar casi siempre a unos cuantos metros de distancia de tu barrio o colonia.
En conclusión las baleadas son esa comida de las que los hondureños estamos 100% orgullosos, extranjero que las prueba, extranjero que se enamora. Nuestra gente tiene ese don de cautivar a todos con las deliciosas comidas que nunca faltan en las mesas de las familias hondureñas.