Esta semana el ministerio de salud de Rusia, dio a conocer los síntomas secundarios de la vacuna realizada en dicho país para combatir el COVID-19. Las pruebas que fueron realizadas a un aproximado de 300 personas, han ocasionado síntomas que ya estaban contemplados aseguró el ministro.
“Más de 300 personas fueron vacunadas. Aproximadamente un 14 por ciento de ellas se quejaron de un poco de debilidad, leves dolores musculares a lo largo del día y, a veces, de fiebre”, comentó el ministro por medio de una conferencia de prensa a los medios locales.
Según el ministro, estos efectos son reacciones previsibles y son “justo lo que está descrito en las instrucciones. Los científicos han manifestado que la vacuna rusa ha demostrado una inmunidad estable y protegería contra el nuevo coronavirus por un plazo de hasta dos años”.
A principios de este mes de septiembre, empezaron los ensayos clínicos después del registro del tratamiento, en los cuales participarán alrededor de 40 mil voluntarios, para dar inicio a otra de las etapas, para que la vacuna pueda ser aprobada por la OMS, según información de la agencia de noticias rusa Sputnik.
Del mismo modo, el ministro de salud ruso confirmó que también han recibido peticiones de más de 20 países para adquirir hasta mil millones de dosis de la vacuna rusa. Además, contó que Rusia ya cerró acuerdos para producirla en cinco países, en donde se podrán obtener hasta 500 millones de dosis al año.
Se espera que los resultados positivos se sigan dando durante lo que resta del año. Ya que la mayoría de los países del mundo siguen reportando decesos por esta enfermedad que ha venido a revelar la vulnerabilidad de los diferentes sistemas de salud.