Recientemente un hombre en los Estados Unidos fue criticado en línea por haber tatuado a Pitbull de 5 meses en el abdomen. Ernesto Rodríguez, dueño del animal, fue tachado de haber cometido crueldad animal. El hombre se defendió al decir que la marca que él le realizó a su mascota puede servir como identificación y lo comparó con el acto de marcar animales en una granja.
‘Duchess’ es el nombre de la perrita tatuada; supuestamente fue anestesiada durante el proceso y su dueño afirmó que no sintió nada de dolor. Actualmente, el hombre enfrenta una investigación, pero según conocedores no se le pueden levantar cargos de crueldad animal, ya que el perro no sintió dolor en el proceso ni fue lastimado ha mutilado.
De igual manera, en 2016 también se dio a conocer un caso famoso. Un hombre originario de Brasil, le puso 5 tatuajes a su perro, y él se defendió al decir que creía que los diseños protegerían a su mascota de cualquier tipo de cáncer. Acción que muchos ciudadanos criticaron y señalaron por medios de las redes sociales.
Hay posturas que defienden este tipo de acciones. En realidad los tatuajes sí son una forma aceptada para identificar mascotas. Esta práctica es aprobada por el grupo de Personas a Favor de Trato Ético hacia los animales –PETA, por sus siglas en inglés-.
De igual manera, el Registro Nacional Canino de Estados Unidos recomienda en su sitio web que el dueño tatúe un ‘número’ de su elección en una parte visible de su mascota. A su vez, ciertas federaciones de certificado canino, asignan a cada perro un número de registro único, que se recomienda tatuar en el perro por un médico veterinario, con el objetivo de identificar que el registro pertenece al perro asignado.
Un pequeño tatuaje como seña de identificación puede ser lógico, pero un tatuaje exuberante puede causar daño y molestias a largo plazo a uno de estos animales. El debate está abierto por medio de redes sociales ¿Ustedes tatuarían a su mejor amigo de 4 patas?