El deporte en Estados Unidos volvió a sobresalir a nivel mundial. En esta ocasión, jugadores de varios deportes se manifestaron en rebeldía y decidieron NO disputar los encuentros deportivos. Todo inició la tarde de este miércoles, cuando en el partido de la NBA los jugadores de Milwaukee decidieron no salir a la cancha como un gesto de protesta contra el racismo ante el tiroteo sufrido el pasado domingo contra el ciudadano Jacob Blake.
Los jugadores del Magic no sabían lo que estaba ocurriendo, hasta que los árbitros les avisaron que no habría partido; lejos de aceptar la victoria por ‘default’, el equipo de Orlando se solidarizó con sus compañeros de Milwaukee. Del mismo modo, a ellos los siguieron los jugadores de los Rockets de Houston y el Thunder de Oklahoma.
Por si fuera poco, uno de los jugadores de más jerarquía de la liga, LeBron James, alzó la voz en redes sociales exigiendo un cambio, minutos después, los Lakers de Los Ángeles y los Blazers de Portland se unirían al boicot, pero antes de que esto ocurriera, la NBA emitió un comunicado señalando que los partidos de postemporada serian suspendidos.
“Los últimos cuatro meses han arrojado luz sobre el curso de las injusticias raciales a las que se enfrentan nuestras comunidades afroamericanas. Ciudadanos de todo el país han usado sus voces y plataformas para manifestarse en contra de esos malos comportamientos”, dieron a conocer los jugadores de Milwaukee.
La tensión ha llegado al punto en el que los jugadores de la NBA sostendrán una reunión en las próximas horas para definir los siguientes pasos de la protesta, en tanto que los dueños de la NBA sostendrán una videoconferencia la mañana del jueves, 27 de agosto, para explorar todas las opciones sobre la mesa, incluida la cancelación definitiva del resto de la temporada.
Otros deportes se sumaron a la causa. En la MLB, los Dodgers de Los Ángeles y los Gigantes de San Francisco anunciaron que tampoco jugarían. A esto también se sumó la Major League Soccer, cuando los jugadores del Inter de Miami y Atlanta United decidieron suspender el partido; luego autoridades de la liga decidieron posponer los partidos para una nueva fecha.
Los deportistas estadounidenses se han unido a una sola voz, con el objetivo principal de ser escuchados y de mandar un mensaje a todas las autoridades, que no puede haber entretenimiento que distraiga de los verdaderos problemas que están afectando a la comunidad negra en el país norteamericano.