Los videos de las explosiones en Beirut cruzaron con gran rapidez el mundo. Millones de personas se encargaron de esparcir el video, sin contar verdaderamente la historia de lo que paso. Al principio varios de los internautas justificaban que las explosiones se debía a un ataque terrorista, pero la realidad era otra.
La magnitud del desastre al que se enfrenta el Líbano va cobrando relevancia a medida que pasan las horas. Casi la mitad de Beirut ha quedado destruida o dañada por las explosiones que ayer sacudieron la capital. Dichas explosiones fueron ocasionadas por un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas que se encontraban sin custodiar en un almacén.
El nitrato de amonio o nitrato amónico es una sal formada por iones nitrato y amonio que se usa principalmente como fertilizante debido a su alto contenido en nitrógeno. El nitrato de amonio es una sal blanca, sin olor, que se utiliza como base para muchos fertilizantes nitrogenados en forma de gránulos, aminonitratos, altamente solubles en agua y que los agricultores compran en grandes cantidades.
Según los científicos, estos no son productos combustibles, sino oxidantes. Su detonación es posible en dosis medias y altas y en presencia de sustancias combustibles o fuentes intensas de calor. Según lo explicado por personas que trabajan en el almacén donde se encontraba este químico, lo que pudo iniciar las explosiones fue una chispa de soldadura, ya que se encontraban reparando ciertas cosas dentro del lugar.
Un día después de la tragedia
Las autoridades del ministerio de Salud del país confirmaron que ya registraron más de 100 muertos y al menos 4.000 heridos como consecuencia de la explosión. Reporteros en el lugar informan de personas ensangrentadas y otras atrapadas bajo los escombros, y también de otras desaparecidas, luego de que la onda expansiva afectara a media ciudad.
Más de 250.000 personas han quedado sin hogar, según declaró el gobernador de Beirut, Marwan Abboud, a la agencia AFP, aunque luego elevó esta cifra hasta las 300.000 personas. Las agencias humanitarias trabajan para darles refugio, agua y comida a todas las personas dignificadas, pero no se dan abasto. El gobernador también informó que al menos 10 bomberos han muerto tratando de ayudar a las víctimas.
Las toneladas de amonio se encontraban desde hace seis años en dicho almacén, y este producto nunca estuvo con medidas preventivas, a pesar de conocer las consecuencias de lo que podía ocurrir si a este no se le daba la importancia requerida. El gobierno libanés se prepara para declarar el estado de desastre en Beirut durante dos semanas y trasladar la seguridad a las autoridades militares, para que tomen el control de la situación.