Un sábado como este, muchos planeábamos la escapada de fin de semana y hoy nos hemos quedado solo con las imágenes de esos lugares tan bonitos de los que hemos disfrutado.
Hoy recordando esos espectaculares lugares, vino a la mente ese rinconcito campestre en Finca La Cantadora, un destino ubicado a 17 kilómetros de Tegucigalpa, carretera que conduce a La Tigra y que cada fin de semana esperaba a los turistas para agasajarlos con un buen vino, una exquisita pizza y desde luego, una vista y clima sin comparativos.
El lugar perfecto para una cita romántica o un fin de semana entre amigos y platicas que en definitiva no vamos a olvidar nunca. Son precisamente estos momentos los que nos hacen pensar, que antes de la pandemia, éramos felices y no lo sabíamos.
Pero nada está perdido, el club campestre, Finca La Cantadora, sigue estando en el mismo lugar, sin visitantes claro que sí, pero a la espera de que esto pase para poder volver complacer a los turistas como lo merecen.
Quienes han tenido la oportunidad de disfrutar de un momento agradable en el lugar sabrán que el paisaje comienza desde un recorrido donde se observa un campo verde repleto de flores, al que por ley tendrás que tomarle algunas fotografías.
Luego te encuentras con mesas y sillas de madera que te esperan para hacerte disfrutar del espléndido clima y por que no de una confortante copa de vino, después de todo el estrés causado por el confinamiento, vas a tener que tomarte una para olvidarte de todo.
En el recorrido podrás perderte un rato en el viñedo, el lugar donde se produce el tradicional vino orgánico, y por supuesto no pueden hacer falta las postales del recuerdo en el bonito lugar.
Si tus planes no son pasar un día sino todo el fin de semana, entonces para ello están las cabañas, desde las cuales se puede observar un paisaje encantador. Los amaneceres aquí son lo mejor según los turistas.
Seguro que todos en su momento volveremos a ese rincón de Honduras donde amamos la vida, después de la crisis, volveremos más fuertes y con más energías y podremos disfrutar de los buenos momentos y de las irremplazables compañías.