En noviembre del 2017 el San José Earthquakes de la MLS de los Estados Unidos confirmó que no renovaría el contrato del defensor hondureño Víctor Bernárdez, quién estuvo en la institución por un poco más de cinco años.
El trabajo de la “Muma” con el conjunto norteamericano fue digno de destacar, tanto así que tiempo después le realizaron un homenaje en el que no dudaron en llamarlo leyenda.
Hasta ese punto todo bien, sin embargo el catracho se quedó un pendiente, y este fue cumplir su deseo de retirarse en el equipo de sus amores, el Motagua.
Recientemente en un Instagram Live el mismo Bernárdez dio a conocer qué sucedió, dejando claro que no volvió al conjunto azul por determinación del técnico Diego Vázquez.
“A mí me vendió Motagua y después perdí comunicación con algunos directivos. Cuando me quería retirar yo hablé con Diego, una persona complicada aunque fui compañero de él, y pensó que le iba a arruinar todo”, comentó Bernárdez.
Al parecer todo esto tuvo que ver con su edad, algo que el mismo “Muma” había mencionado hace algunos meses, señalando que con 35 le cerraron las puertas. Por tal razón se sintió indignado cuando se confirmó el fichaje del delantero Gonzalo Klusener, ya que éste llegó con 36 años de edad.
“Y a mí a los 35 años me negaron jugar en Motagua. Cultura, valoramos más lo de afuera que de la casa. Pequeña reflexión. Aclaro; el jugador (Klusener) no tiene la culpa, pero viene a quitar oportunidades a los jóvenes”, dijo a principios de este año.
No sé si en realidad tuvo que ver la edad en su no retorno, pero sí considero un hecho que Diego Vázquez no miraba a “Muma” como una pieza vital para buscar sus objetivos. Se haya equivocado o no es una decisión que tomó, y como el líder del barco la misma debía respetarse.
Al final todo es cuestión de percepción; yo creo que jugadores como Bernárdez que le dieron mucho al club merecen al menos la oportunidad de estar en el plantel y luchar por un puesto en el equipo titular, ya si juega o no es un tema aparte, pero no se les debería cerrar la puerta de entrada, al menos desde mi punto de vista.