El fin de semana se realizó una edición más del Clásico de Costa Rica, dejando como resultado final un empate 1-1 entre sus protagonistas, el Saprissa y la Liga Deportiva Alajuelense.
Obviamente hay mucho de qué hablar en el aspecto deportivo, sin embargo lo que ha acaparado la atención principal es el incidente violento que se dio en las graderías del estadio Ricardo Saprissa, exactamente donde estaba ubicada la barra de los locales.
El juego se desarrollaba con normalidad cuando de un momento a otro algunos miembros de la “Ultra Morada” comenzaron a generar disturbios, algo que provocó que el partido se detuviera en dos oportunidades.
https://youtu.be/33LExVXih7s
Se registraron heridos y al final de todo se detuvieron a 15 personas, de las cuales 11 tienen antecedentes policiales y penales, así lo anunció este lunes la Fuerza Pública en Costa Rica.
Pero esto no se queda aquí, y es que el Saprissa como institución ha sorprendido a propios y extraños con una decisión que ha tomado sobre el tema.
En pocas palabras… ¡Han vetado a su barra!
¿No me creen? A las pruebas me remito.
Las palabras del presidente morado dejan claro su interés por acabar con la violencia en los estadios, pero más allá de eso, debemos resaltar las acciones realizadas, y eso nos lleva a pensar en nuestro fútbol.
En Honduras el tema de la violencia sigue siendo un problema, y la verdad es que se ha hecho poco o nada al respecto.
Sí, se creó una Comisión de Seguridad, se habló de cámaras, de censos y mucho más, pero de todo ello no hemos tenido avance.
En Costa Rica tardaron apenas un día en tomar una determinación, drástica y discutida por algunos, pero decisión al fin. No se quedaron con el “bla, bla, bla” y actuaron por encima de cualquier cosa.
¿Es esa la solución? Bueno, lo veremos, y en base a ello podríamos determinar si en nuestro fútbol funcionaría o no. Estaremos atentos a toda la información que surja desde el hermano país centroamericano, y con respecto a lo nuestro, debemos admitir que nos hace falta mucho trabajo.
En Costa Rica tienen un mejor control de las barras, tanto así que los miembros de la “Ultra Morada” no podían ingresar al inmueble si no presentaban un carnet, algo que en Honduras no sucede.
En fin, ojalá y nuestras autoridades estén trabajando para evitar que en el futuro suframos otro incidente relacionado con la violencia… ¡Ojalá!
