Según las recientes noticias que circulan a través de los medios internacionales, para principios de enero China ya sabía sobre la aparición de un brote, pero querían evitar que la noticia se propagará por todo el mundo.
La voz empezaba a correr cuando un médico intentó advertir sobre el brote, pero las autoridades al darse cuenta de esto le hicieron una visita, en la que le advirtieron que debía dejar de hablar de ello.
Li Wenliang, es un oftalmólogo del Hospital Central de Wuhan, quien publicó a través de sus redes sociales una foto suya desde una cama de este hospital el 31 de enero, al día siguiente fue diagnosticado con Coronavirus.
Lo que sucede es que, es que su caso revela la respuesta fallida de las autoridades locales de Wuhan durante las primeras semanas del brote Coronavirus.
Li se encontraba en diciembre trabajando en el epicentro donde se originó el brote y fue aquí donde detectó 7 casos de un virus que se asemejaban al Coronavirus, mismos que se le parecían al SARS, epidemia global del 2003.
Fue precisamente el 30 de diciembre que Li envió a sus colegas un chat en el que les advirtió que debían usar ropa protectora para evitar contagiarse. Al parecer este médico en ese entonces no se había dado cuenta que lo que había descubierto era un Coronavirus realmente nuevo.
Entonces, las autoridades ante el escándalo buscaron que Li dejará de difundir noticias falsas y que de seguirlo haciendo tomarían medidas drásticas, como llevarlo a la justicia. Ante esto él respondió haber entendido la advertencia.
Días después de que la noticia fuera una verdad y todo el mundo entrara en algarabía, las autoridades pidieron disculpas a Li, pero al parecer llegaron muy tarde. Ahora los cibernéticos tratan a Li como un héroe, pero las autoridades fallaron al tratar de prohibir lo que había ya descubierto, y el cual pudo haber evitado la expansión de la enfermedad.
