Hoy es el último día del año, y todos se reúnen con sus seres queridos para despedir el año 2019 y con él, todas las anécdotas y metas que pudieron lograrse.
Los hondureños durante este último día, suelen despertarse muy temprano, a lo mejor porque cada 31 de diciembre es como si fuese el ultimo día de sus vidas. Pero no, solo es el ultimo día del año, y durante pasa, son muchas las actividades que se desarrollan.
Las mujeres, que mandan en la cocina, son las encargadas de preparar la deliciosa comida, esa que no puede faltar y la que le da el significado al momento.
Tamales, torrejas, rompopo, pollo y cerdo horneado son algunos de los alimentos servidos en el banquete, el cual suele estar listo desde muy tempranas horas.
Durante el día, la comida sobra y se ve por todos lados, los tamales se intercambian, las uvas y manzanas se comparten y la botella de vino se vá copa tras copa.
Los villancicos o música navideña, no puede hacer falta y si no se escucha en la casa, se escucha donde algún vecino y de una forma u otra terminan contagiándonos, a veces de alegría y otras de melancolía.
La fecha suele ser un poco nostálgica hay quienes recuerdan a una madre o a un hijo que no está, pero por lo general siempre hay personas que hacen que ese sentimiento pueda olvidarse al menos por unos instantes.
Llega la noche, y todos comienzan a darse un bañito, como quien está botando todo lo viejo. Cada quien busca el mejor traje para verse bien y por supuesto para tomarse las respectivas fotografías con familia y amistades.
Las muestras de cariño es lo que más resalta durante Noche Vieja, cada miembro de la familia se acerca al otro, para dar un abrazo o compartir algo. Al parecer el momento hace que a cualquiera se le olviden las diferencias con los demás.
Todos están a la expectativa de la llegada del Año Nuevo. Todos esperan las 12:00 en punto del 2020 y con ella la quema del tradicional muñeco, el cual simboliza el año viejo que va quedando atrás.
Finalmente, llegan las 12:00 de la media noche del 1 de enero, todos se abrazan y se dan unas cuantas palabras de afecto, las que en su mayoría van orientadas en desear salud y prosperidad durante el nuevo año.
Todos en ese momento desean con muchas ganas que sus familiares perduren mucho más tiempo para poder celebrar cada Navidad con quienes más se quiere.
Y así termina la fecha y comienza otra como una oportunidad para cambiar lo que no se hizo bien y luchar por lo que tanto se deseó.
Al final todo es como una segunda oportunidad para vivir la vida al máximo, y para dejar recuerdos gratos. Porque lo bueno se guarda y de lo malo simplemente se aprende y luego se desecha.
¡Feliz Año 2020!