Todo comenzó como un simple plan de Navidad entre padre e hijo, como una forma de generar un tiempo en familia, lo que nunca se imaginaron es que su acción se convertiría en una mágica historia.
Un hombre junto a su pequeño construyeron un auto a base de impresiones en 3D y estos después tuvieron la oportunidad de conducir un auto real como cortesía de la marca de automóvil que intentaban recrear.
La historia se trata de el padre Sterling Backus y su hijo Xander de 12 años quien siempre soñó con poder manejar un auto del modelo que estaban replicando. El modelo real es un Lamborghini Aventador SV.
La réplica se llevó a cabo con la ayuda de una impresora 3D y por su puesto muchas horas de esfuerzo y tardes encerrados en su garaje ubicado en el estado de Colorado, Estados Unidos.
Y como era de esperarse la historia se viralizó por redes sociales, pues la acción es el ejemplo de que un padre es capáz de hacer cualquier cosa por amor a su hijo o por lo menos regalarle un momento de alegría.
Lo que nadie se imaginó es que la historia llegará a oídos de nada más y nada menos, los ejecutivos de Lamborghini quienes decidieron darles una maravillosa sorpresa para Navidad.
La famosa marca de autos italiana se contactó con el padre de familia, para que le ayudaran con la sorpresa, la cual consistió en cambiar el auto por una réplica por uno de verdad. La reacción del pequeño fue grabada por Lamborghini en el mismo garaje donde durante 20 meses estuvieron construyendo la réplica.
Sin lugar a duda fue un hermoso gesto por parte de la empresa que aunque está en contra de las falsificaciones, hizo posible la sonrisa y el sueño de un pequeño de tan solo 11 años, y por su puesto el de su padre por verlo feliz.
