En muchas oportunidades los seres humanos nos escudamos en las palabras, tratando de tapar un fracaso o el simple hecho de que no se consiguió un objetivo.
Todo ello se demuestra con la frase de este viernes, la cual se emplea cuando hemos fallado en dos ocasiones haciendo la misma cosa o encarando la misma circunstancia.
Me refiero a…
“La tercera es la vencida”
Sí, sí, yo también me hago las mismas preguntas que ustedes: ¿Por qué la tercera es la vencida? ¿Por qué no pudo ser la segunda, la cuarta o la quinta? ¿Cómo surge esta expresión?
Bueno, sin más tiempo que perder, les compartiré lo que logré encontrar en la investigación, o sea que conoceremos su origen.
EXPLICACIÓN
Déjenme decirles que existen dos teorías muy fuertes, y las mismas se han mantenido vivas de manera hereditaria, o sea que han sido contadas de generación en generación a lo largo del tiempo.
PRIMERA TEORÍA: Los ladrones
A nivel general, se resalta que el derecho penal en los siglos XVI (16) y XVII (17) era muy estricto, tanto así que si una persona realizaba un tercer hurto o robo era condenada a muerte.
Por lo tanto, para el delincuente en definitiva la tercera era la vencida.
SEGUNDA TEORÍA: Los romanos
Esta se va directamente a la época de enfrentamientos entre sociedades. Según se señala, el ejercito romano contaba con tres línea sucesivas de combate, dejando para el final la que integraban los más experimentados.
En el Diccionario del Padre Esteban de Terreros se recoge la explicación de esta situación:
“En la milicia romana había los soldados llamados pilati o velites, armados a la ligera, y eran los del ínfimo pueblo y los bisoños, y éstos iban en la fila primera; en la segunda iban los que llamaban piqueros, bastati, y excedían en valor y mérito a los primeros, y en la tercera fila iban los que llamaban triarios, y eran más valerosos, veteranos, y que sostenían a las dos filas precedentes, y de aquí vino el adagio de decir cuando se echaba el último esfuerzo: ‘ad triarium ventum est’, que en castellano decimos a la tres va la vencida o se echa el resto”.
¡Ojo! Cuando nos referimos a “teorías” hablamos estrictamente del origen de la expresión, pues debemos recalcar que tanto las leyes del Sigo XVI y XVII como la formación del ejercito romano en aquel entonces eran reales.
Por tal razón no se puede descartar ni una ni otra historia; solo elijamos la que más nos convence y listo, quedémonos con esa idea. Si me preguntan a mí, me voy con la teoría de los romanos.
SIGNIFICADO DE LA FRASE EN LA ACTUALIDAD
Expresión que indica que a la tercera tentativa se consigue el fin deseado, aunque no necesariamente sea así. La idea es dar ánimo a alguien o dárselo a uno mismo a la hora de conseguir un objetivo después de varios intentos fallidos.
