Este fin de semana el torneo de la Liga Nacional de Honduras llegó a su fin. La pentagonal final estuvo de infarto, Olimpia llegó como favorito a su último partido y logró sacar los 3 puntos necesarios para quedarse con el primer lugar y coronarse como campeonísimo.
3 años, 6 meses y 16 días tardó la copa 31 en llegar a las vitrinas del club merengue. Muchos aficionados en todo este tiempo se frustraron, abandonaron y criticaron pero los hinchas como Javier Flores siempre estuvieron en los momentos difíciles.
Javier Flores llegó temprano al coloso capitalino, la tan soñada 31 estaba más cerca que nunca y no se quería perder ningún detalle de lo que iba a pasar en el rectángulo de juego.
Moviéndose a su ritmo en su silla de ruedas, Flores nos contó cómo nació su pasión por el club Olimpia, y que lo largo de su vida ha intentado siempre seguirlos, siendo uno de los seguidores número uno del club.
“Yo sigo a Olimpia desde los 7 años, mi amor por este club es demasiado inmenso. No importa si gana, empata o pierde, este amor por Olimpia va seguir creciendo por el resto de mi vida”, manifestó Javier.
Cuando tenía un mes de nacido, Javier fue detectado con polio. Una enfermedad infecciosa que afecta principalmente el sistema nervioso. Debido a esto, Flores perdió la movilidad en sus piernas teniendo que movilizarse por medio de una silla de ruedas.
Por medio del fútbol, este hondureño ha encontrado alegría y desahogo. Olvidándose de sus problemas de día a día, encontrando un refugio por medio del grito de gol cuando juega el equipo de sus amores.
“Olimpia hasta la muerte, andar en silla de ruedas nunca ha sido un obstáculo para mí, le doy gracias a Dios y la honra siempre sea para el porque me mantiene con vida y me tiene celebrando en el nombre de Jesús una copa más”, relató Flores mientras se le rodaban las lágrimas de alegría.
Luego de que terminará el partido, iniciaron los festejos en el Estadio Nacional, Javier ingresó al campo de juego a celebrar con los jugadores que tanto apoyó a lo largo de esta difícil temporada.
Dando la vuelta olímpica, se encontró con uno de sus máximos referentes, Pedro Troglio; el entrenador también se encontraba celebrando con los aficionados y por la tribuna de sol, se encontró con Javier y se fundieron en un abrazo eterno donde se dijeron de todo.
Flores agradeció al director técnico de Olimpia por el sacrificio e ímpetu que inyectó a los jugadores en esta temporada, logrando una hazaña que tanto había esperado en estos últimos años.
“La 31 para mi es algo muy especial, tenía esperándola hace mucho tiempo y hoy más que nunca le damos gracias a Dios que la hemos recibido con mucho sacrificio y trabajo que han hecho estos muchachos”, contó Flores.
Javier tuvo el honor de recibir la copa 31 del capitán Ever Alvarado, quien le prestó el trofeo para que pudiera unirse a los festejos y tomarse una foto con la mayoría de los jugadores que cumplieron su sueño.
¿Qué significa Olimpia en su vida?
“Olimpia es el centro de mi corazón, primero va el Club Deportivo Olimpia después viene mi familia y que me perdonen pero ellos saben que el amor a este club es incondicional”, concluyó el aficionado Javier Flores.