El 1 de noviembre del 2018 el Motagua recibió la visita del Herediano de Costa Rica, esto en el partido de vuelta de la gran final de la Liga Concacaf en dicho año.
En la ida los azules habían caído 2-0, y aunque estuvieron cerca de revertir la situación no lo lograron, pues en la capital solo triunfaron 2-1, así que con un global de 3-2 a su favor fueron los costarricenses quienes se quedaron con la gloria.
Un año después las “Águilas” tenían su revancha, y para hacer más curioso todo sería ante otro rival tico, siendo en este caso el Saprissa. En el primer juego otra vez les tocó perder, pero apenas fue por la mínima diferencia, generando mucha ilusión para el segundo encuentro de la serie.
Bueno, ese partido de vuelta se disputó este martes, y lamentablemente para la familia motagüense la misión no se cumplió, ya que no pasaron del empate 0-0 en el Estadio Nacional.
En pocas palabras: Motagua es el “Bisubcampeón” de la Liga Concacaf.
- Partido
de vuelta / Gran Final
Liga Concacaf 2019
Martes, 26 de noviembre
Motagua 0-0 Saprissa
Estadio Nacional, Tegucigalpa
Global definitivo: 1-0 a favor de los costarricenses
Del partido en sí hay mucho de que hablar, comenzando por el ambiente que no decepcionó, pues el Nacional mostró sus mejores galas con la presencia de la hinchada azul.
La esperanza de darle vuelta a la llave y coronarse campeones de la Liga Concacaf era gigantesca, pero con el paso de los minutos eso se convirtió en tensión, siendo un manojo de nervios que difícilmente se podía controlar.
El detalle es que en el primer tiempo Motagua no dio buenas sensaciones, aunque tuvo una jugada muy clara de tiro de esquina, la cual fue desaprovechada por Roberto Moreira, quien sin marca dentro del área rival mandó la pelota hacía afuera.
A ello debemos agregar que en defensa se pasaron momentos incómodos, así que en la segunda mitad se tenía que modificar el parado táctico para tirar la carne al asador, y así fue; Diego Vázquez mandó al campo a Félix Crisanto y Marco Tulio Vega en lugar de Marcelo Pereira y Marcelo Estigarribia.
Los cambios funcionaron, en esos últimos 45 minutos los azules fueron más y mejoraron de manera notable, pero volvemos a lo mismo… ¡La falta de eficiencia!
Nuevamente Moreira tuvo otra acción clara de cabeza dentro del área rival, pero no le dio la dirección necesaria al balón, haciéndola picar para que luego tomara camino fuera del campo.
El detalle para las “Águilas” es que su rival ya no solo era el Saprissa, sino también el cronómetro, algo que los obligó a adelantar filas y buscar a toda costa el tanto que necesitaban.
En ese sentido se sufrió, pues los ticos aprovecharon los espacios dejados en la defensa del Motagua y estuvieron cerca de marcar para terminar con todo de una vez por todas, pero igual, no fueron efectivos.
Y bueno, al menos los locales se murieron con las botas puestas, presionaron a más no poder, pero no les bastó para llegar al ansiado gol, por lo que el partido terminó 0-0 y el título se quedó en manos del Saprissa.
Por ahí quedan dos jugadas polémicas, ambas en contra de los azules, un penal no señalado por un supuesto fuera de lugar y un tanto anulado por el mismo motivo. Las dos acciones son muy cerradas, y ante la duda los asistentes tomaron la decisión de levantar la bandera.
Pero más allá de si se equivocaron o no, a nivel general queda la percepción de que el Saprissa fue justo campeón, esto sumando la labor realizada en los dos partidos de la serie. Ni modo, Motagua debe tragar amargo y enfocarse totalmente en la Liga Nacional, donde tiene la obligación de ganar la Pentagonal si quiere seguir teniendo opciones del tricampeonato.