El emprendedurismo ha llevado a muchos hondureños a lograr el éxito. Las ganas de salir adelante los han convertido en personas que hacen todo lo posible por alcanzar las metas propuestas y así sacar adelante a su familia.
La familia Leiva-Herrera son originarios de San Pedro Sula, comenzaron con una bicicleta a vender diferentes tipos de comidas después de quedar sin empleo; luego el negocio creció y comenzaron a vender comida en una motocicleta.
Desplazándose por varios sectores, rápido fueron llegando a más clientes por el buen sabor de sus burritas, baleadas, pastelitos entre otras comidas que eran apetecidas en la ciudad industrial.
Sus ventas aumentaron, por lo que se tuvo la necesidad de comprar un vehículo que les sirviera de transporte y también para acondicionar su estufa y sus utensilios de cocina. Se instalaron en puntos estratégicos, publico el diario digital Villavisión Tv.
La familia Leiva-Herrera, vio que tenían la oportunidad de crecimiento y decidieron vender el vehículo y comprar un bus, el cual acondicionaron como un restaurante rodante, ofreciendo su servicio en cualquier parte de la ciudad.
La pareja de esposos junto con sus hijas crearon en el bus un restaurante que lo bautizaron como “El Gordo Feliz”, en honor a su padre y esposo. Desde hace cuatro días iniciaron este negocio del restaurante rodante y se ubican en la 33 calle de San Pedro Sula.
Según lo publicado por el diario digital, la familia ya realizó los tramites correspondientes para poder trabajar legalmente y no tener problemas con la alcaldía sampedrana. La familia Leiva-Herrera son ejemplo de cuando se quiere se puede.