A diario posiblemente nos ataquen pensamientos de que algo va nos va a pasar, que alguien está planeando algo malo contra nuestra persona, que nos irá mal en un examen o en el trabajo, que no lograremos cumplir algún reto asumido.
Esas inquietudes aunque nunca se cumplen llegan para boicotear nuestra mente desatando ansiedad e incluso depresión.
Lo anterior es algo que no tiene sentido pues en un estudio realizado en la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos donde se comprobó que el 91% de las cosas que nos preocupan no llegarán a realizarse jamás.
El estudio fue realizado en 30 personas que fueron diagnosticadas con severa ansiedad y quienes se les pidió que escribieran en un papel todo aquello que les preocupaba esto durante un mes.
Después de esto se descubrió que aquello que tanto les preocupaba nunca se llego a materializar, es decir que todo eso en lo que tanto pensaban simplemente quedo en el aire, llegando afectar en gran medida la calidad de vida de las personas.
¿Cómo controlarlo?
Los especialistas recomiendan realizar el ejercicio siguiente: Escribir en un papel todo lo que cree preocuparle esto durante un año, al finalizar este compruebe que cosas realmente se dieron. Esto podrá darle una herramienta para aprender a decidir en qué prefiere invertir sus pensamientos y emociones.
El pensador norteamericano Earl Nightingale dijó “el 40% de lo que nos preocupa jamás ocurrirá, el 30% es pasado por lo que las preocupaciones no lo podrán cambiar; el 12% son preocupaciones innecesarias sobre nuestra salud y el 10% son pequeñas e inconexas. Con estos datos, apenas nos queda un 8% de preocupaciones legítimas a las que debemos prestar atención. Menos de una de cada 10”.