Para los jóvenes hondureños no hay nada que los detenga, y cuando se trata de alcanzar sus sueños mucho menos, este es el caso de 4 jóvenes universitarios que venden tamalitos dentro de la máxima casa de estudios con el objetivo de poner sustentar su vida académica.
Tamalitos de frijoles con su respectivo encurtido no le caen mal a nadie, estos ingeniosos estudiantes saben que nadie puede resistirse a una de las comidas típicas de nuestro país, y han emprendido una venta de este platillo que a todos gusta.
Cristian Noe Valle, Carlos Alejandro Quiel, David Eduardo Garcia y Cesia Jireth Espinal pertenecen a la carrera de mercadotecnia en la UNAH y haciendo uso de los conocimientos adquiridos se han atrevido a emprender este negocio que les ayuda a poder pagar sus estudios.
Actualmente muchos jóvenes desertan de las escuelas, colegios y universidades ante un factor tan detonante como lo es la pobreza extrema, factor que impide a miles de jóvenes en el país el acceso a una educación digna.
A consecuencia de esto, se ven obligados a sumergirse en el mundo laboral, pero estos estudiantes son un digno ejemplo, pues dedican parte de su vida universitaria a vender comida para poder culminar con su carrera, misma que les permitirá construir un futuro mejor para sus vidas.
Son un ejemplo para muchos de sus compañeros y para toda la comunidad en general, pues ven oportunidades en lo que otros ven impedimentos.
“Creo que no debemos conformarnos con decir no puedo estudiar porque no tengo dinero, sabemos que la situación es difícil, pero nos las hemos ingeniado para salir adelante” fueron las palabras de Cesia, brindadas al medio institucional de la UNAH Presencia Universitaria.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 24.3% de los 3, 253,516 jóvenes entre los 12 y 30 años que tiene el país, se enfrentan a este flagelo, pero los estudiantes de la UNAH parecen mostrarse en rebelión ante estas cifras.
Debemos imitar la mentalidad de este grupo de estudiantes, de enfrentar con la cara en alto los obstáculos de la vida y de perseguir nuestros sueños por lejanos que parezcan.