Los lamentables incidentes de este sábado en la previa del duelo entre Olimpia y Motagua siguen dando de qué hablar, como era de esperarse, pues se trata de algo serio que incluso registró la pérdida de vidas humanas.
Lo peor de todo es que a pesar de lo vivido en redes sociales sigue rondando veneno; aficionados intentando justificar lo que no se puede y echándole la culpa completa a la otra hinchada.
“Que no fuimos nosotros, que nos provocaron”, y bla, bla, bla.
¡Señores! Pongamos los pies sobre la tierra, aquí no se trata de colores ni nada por el estilo, hablamos del fallecimiento de personas, y con esos mensajes solo confirmó lo que siempre he pensado… ¡Todo se da por la falta de educación!
Si a los niños les enseñáramos a respetar a los demás y muchas cuestiones apegadas a la moral, este tipo de cosas no se darían, al menos no con la intensidad con la que se vivió este sábado.
¡Y ojo! No solo hablo del sistema educativo con las escuelas, colegios e incluso universidades, sino también con lo que se pueda hacer en los hogares.
Sinceramente no concibo cómo algunos llegan con esa intención de agredir y causar daño, y lo peor de todo es que no hay sanciones, la impunidad sigue viva y a la larga eso nos está ahogando como sociedad.
Todos tenemos responsabilidad, pero las autoridades son las que deben poner manos a las obras, haciendo respetar las leyes más allá del fútbol.
Increíblemente anoche muchos regresaron a sus casas de manera muy tranquila luego de haber asesinado a alguien, y nadie hará nada al respecto.
En fin, a veces creo que estamos en arenas movedizas, y no salimos de ellas no porque no podamos, sino porque no queremos.