El torneo de fútbol en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 llegó a su fin este sábado, y todos estuvimos muy pendientes de lo que sucedía en el último encuentro de la competencia.
El detalle es que nuestra Selección Nacional Sub-23 estaba en esa gran final ante Argentina, así que nuestra ilusión andaba por los cielos, pues era imposible no soñar con colgarnos la Medalla de Oro por primera vez en la historia.
Lamentablemente no sucedió, perdimos el partido y nos quedamos con la Medalla de Plata, esa que muchos han visto de menos en redes sociales.
- Gran Final / Juegos Panamericanos
Sábado, 10 de agosto
Honduras 1-4 Argentina
Estadio San Marcos, Lima
https://youtu.be/EOvWQhjPt74
Desarrollo del Partido:
Honduras 0-0 Argentina
Honduras 0-1 Argentina (Agustín Urzi, 13′)
Honduras 1-1 Argentina (Douglas Martínez, 42′)
Honduras 1-2 Argentina (Carlos Valenzuela, 58′)
Honduras 1-3 Argentina (Lucas Necul, 60′)
Honduras 1-4 Argentina (Fausto Vera, 64′)
Sí, es cierto, caímos y nuevamente nos quedamos a la orilla de la gloria, pero no nos perdamos de nuestra realidad.
Señores… ¡Somos Honduras! El simple hecho de decir que estamos en una final ante Argentina nos tiene que hacer sentir orgullosos, y ojo, no es conformismo, para nada, solo es aceptar las cosas como son.
Nuestro país en toda la historia de los Juegos Panamericanos solo ha conseguido tres Medallas de Plata, y la de este sábado es una de ellas, misma que habría deseado México, Paraguay, Uruguay, Perú y las demás selecciones participantes, pero no, es de nuestra selección y fue ganada a pulso.
Por tal razón debemos hincharnos el pecho, así como lo hicimos en Winnipeg 1999, además de ilusionarnos con una generación que nos ha dejado algo claro… ¡Sí se puede!
Ahora es cuestión de trabajar con estos jóvenes, evitar despistes defensivos como los que tuvimos en ese fatídico segundo tiempo, esto pensando en el Preolímpico de Concacaf y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, claro, si clasificamos a los mismos.
¿Acaso no se sintieron bien con el primer tiempo de la “H-23”?
Ni parecía que era Argentina a la que teníamos enfrente; fue una primera parte de ensueño, bueno, separando el error defensivo que provocó el gol para ellos, pero así es el fútbol, en la segunda mitad pagamos caro ciertas circunstancias que nos costaron el partido.
De las derrotas se debe aprender, y en ello influye bastante el técnico Fabián Coito, de quien me atrevo a decir depende mucho el futuro de estos jugadores catrachos.
Separado de todo ello: ¡GRACIAS! Gracias por la entrega que realizaron y por llegar a donde muchos miraban imposible. Ahora hay que dar vuelta a la hoja y seguir trabajando duro para llegar aún más allá.