Listos para otra aventura más en las hermosas playas de Omoa, en esta ocasión nos vamos de pesca con La Marimba.
Pies descalzos, arena, mar y un paisaje perfecto que nos recibe sonriente para que hagamos una actividad más en Omoa.
¡Todos al bote! Grita nuestro guía turístico Jeffrey Canaca, quién nos acompañó por nuestra travesía en las costas del mar Caribe, a unos 15 minutos de la orilla de la playa nos detuvimos para conocer más de cerca la actividad de los pescadores de la zona, quienes con sacrificio se levantan en las madrugadas a pescar y así mismo llevar el pan de cada día a casa, así mismo contribuyendo con la economía de la playa.
En medio del mar pudimos apreciar el reflejo de algunos peces que habitan en el arrecife coralino, esta zona está siendo protegida por expertos que estudian las diferentes especies que se ven en el lugar, más adelante nos detuvimos en una zona de pesca, nuestros guías nos enseñaron la manera correcta de sostener la caña de pescar.
Más tarde nos encargaríamos de poner el anzuelo y descubrir que los peces son más inteligentes de lo que creíamos, jajaja, con un poco de ayuda pudimos cumplir nuestros objetivos y logramos pescar unos cuantos para soltarlos de nuevo al mar, los colores llamativos de los peces nos cautivaron.
El movimiento lento de las olas del mar hacía que mantenernos de pie resultara una tarea difícil, el sol ya hacía acto de presencia y nuestra piel sentía las punzadas de calor, no nos quedó de otra que volver a la orilla para poder refrescarnos, para más tarde admirar a estas personas que se dedican a la pesca diaria, es una actividad que requiere coordinación, paciencia y esfuerzo.
Una vez más la vida mostrándonos que en Honduras tenemos personas capaces pero al mismo tiempo fuertes.
Las actividades en Omoa nuca acaban, tenés de todo un poco; gastronomía, bosque, playa, personas increíbles e historias inolvidables ¡Atrévete, visita Omoa!