¡Ay las delicias del mar!
La costa nos sorprendió con uno de los escenarios más espectaculares de Honduras, la mejor vista al mar y los platillos más exquisitos que vayas a encontrar. Y si no me creen, léannos y van a quedar enamorados de los restaurantes por visitar en Omoa, al oeste de la ciudad de Puerto Cortés.
Nos fuimos al River Park a saborear un manjar mientras disfrutábamos del Río Tulián y su actividad de kayak ya sea para una como dos personas, en el restaurante tenés una piscina semi olímpica y una que es poco profunda para los pequeños, en un ambiente agradable y animado por la música vas a disfrutar de tu estadía en Omoa.
Más tarde recorreríamos el Sunset Playa Resort, la impresionante vista te va atrapar y aún más cuando el sol esté a punto de caer, disfrutarás en las champas fuera del restaurante donde el aire del mar pega de frente, la deliciosa gastronomía del lugar es otra cosa de lo que hay que hablar; mariscos y bebidas para chuparse los dedos y disfrutar de un buen ambiente.
También nos encontraríamos con Brisa Marina, en donde literalmente sentís la brisa cálida del océano. Con los brazos abiertos nos recibió Larissa Nash, dedicándonos un banquete de reyes, una gastronomía completa que prometía enamorarnos aún más de la bella Omoa.
Larissa nos contaba que algunas eran recetas de su madre, luego nos llevaría a Mías Café, donde unos deliciosos panqueques nos recibirían. Ahí quedo un pedazo de nuestro corazón.
La curiosidad nos ganó cuando llegamos a Scapate, un restaurante muy agradable a primera vista y por dentro ni digamos, frente al mar había una mesa exquisita para La Marimba, con una gran variedad de cocteles y la exquisitez del aroma de la comida nos hizo sentarnos a disfrutar del manjar, una atención increíble por parte de sus anfitriones, convirtiéndose así en uno de nuestros lugares favoritos.
El Restaurante El Barranco nos encantó con una vista impresionante del mar y con árboles por doquier, hizo de nuestra estadía la más gratificante de todas, pero se quedó con nuestro corazón al probar los exquisitos chiles rellenos más deliciosos de la costa.
Doña Mary nos esperaba en la entrada de su restaurante del mismo nombre y les juro que aquí probé la mejor pasta de mariscos en mi vida, la comida es indescriptiblemente deliciosa y hasta empacamos comida para llevar, porque comida como esta no vas a encontrar en ningún lado, la atención fue maravillosa y pudimos disfrutar la vista hacia el mar, la calidez del lugar nos hizo prometer volver.
Finalmente fuimos a la Cooperativa de Cacao San Fernando, donde repasamos el proceso del cacao hasta convertirse en chocolate que más tarde sería exportado al extranjero, este chocolate nos demostró que la exquisitez de la semilla en Honduras es única y sobresalta en cualquier parte del mundo.
No nos queda más que agradecer a los hoteles que nos hospedaron y que se mostraron atentos, ofreciendo la mejor calidad de servicio y atención; Viña del Mar y Hotel Paraíso.
Ya estoy pensando seriamente en volver a Omoa y visitar aquellos restaurantes que se nos escaparon pero que su aroma se siente a larga distancia y su ambiente te dice que la pasarás genial.
Estás totalmente invitado a vivir la aventura de Omoa, como siempre digo y siempre diré, lleva bastante ropa porque te vas a querer quedar.