Los animales domésticos han ido adquiriendo ciertos derechos y el cuidado de estos seres vivos se ha hecho muy meticuloso, ya que en ciertos países el maltrato animal se castiga con multas o con trabajo comunitario.
En Costa Rica se protagonizó un hecho sin precedentes; Campeón, un perrito de dos años se convirtió esta semana en noticia, ya que se convirtió en el primer animal en América Latina en asistir como víctima de maltrato al juicio de su dueña.
En noviembre 2017, Campeón, que en aquel entonces obedecía al nombre de Tyson, fue atado con una cuerda que se hundió profundamente en su cuello, también sufría de desnutrición y estaba lleno de pulgas.
La presidenta de la fundación de animales abandonados, Dora Castro, asistió a la corte en apoyo a Campeón, donde manifestó que la hermana de la ex dueña fue quien alertó a las autoridades que el perro estaba siendo maltratado.
Este es “Campeón”, el primer perro en asistir a un juicio como víctima de #MaltratoAnimal en América Latina. Más sobre su historia 👇🏽👇🏽👇🏽https://t.co/1OIlpMJL7s pic.twitter.com/FuZxOHTXOb
— Subrayado (@Subrayado) July 24, 2019
Castro se encargó de recoger al perro y lo llevó al veterinario, donde tuvo que recibir atención de emergencia y permaneció 20 días recibiendo los cuidados correspondientes.
Campeón ha cambiado totalmente, actualmente solo tiene malos recuerdos de su pasado. No soporta andar collares debido al daño que lo ocasionaron hace un par de años.
Acompañado por varios perros, campeón asistió muy feliz a la audiencia. Con mucha amabilidad y tranquilidad se mostró hacia los medios de comunicación que cubrieron la suspensión de la audiencia.
La ley costarricense establece penas que van de seis meses a tres años de prisión por malos tratos que resultan en la muerte de un animal, de seis meses a dos años de prisión por actos de crueldad y de 20 a 50 días de multa por maltrato simple.
Esperamos que en el futuro Honduras y más países de América Latina puedan adoptar este tipo de leyes, para poder proteger a cientos de animales domésticos que viven siendo abusados por sus dueños.