No importa el rival que esté por delante, cada vez que nuestra Selección Nacional juega debemos tener los ánimos a tope, esto a pesar de tener un panorama complicado como el de este domingo ante Brasil.
En la previa sabíamos que sería un duelo difícil, pero manteníamos la ilusión de hacer una buena presentación, sin embargo esta se fue esfumando con el pasar de los minutos.
Duele decirlo, pero ni modo; nos golearon bien feo en tierras brasileñas.
- Partido amistoso
Domingo, 9 de junio
Brasil 7-0 Honduras
Estadio Beira-Rio, Porto Alegre
https://youtu.be/q-JwcjH9kFw
Desarrollo del Partido:
Brasil 0-0 Honduras
Brasil 1-0 Honduras (Gabriel Jesús, 6′)
Brasil 2-0 Honduras (Thiago Silva, 13′)
Brasil 3-0 Honduras (Philippe Coutinho, 37′)
Brasil 4-0 Honudras (Gabriel Jesús, 47′)
Brasil 5-0 Honduras (David Neres, 56′)
Brasil 6-0 Honduras (Roberto Firmino, 65′)
Brasil 7-0 Honduras (Richarlison, 70′)
Este fue el último partido de los brasileños antes de la Copa América 2019, y sabíamos que habían llevado a la “H” con la idea de tomar confianza, goleando y jugando bien al fútbol.
Bueno, cumplieron con su objetivo. Fueron altamente superior al equipo catracho y ahora ya piensan en encarar la máxima competencia de selecciones en Sudamérica.
Por otra parte, Honduras cierra también su último partido antes del inicio de la Copa Oro 2019. No podemos negar que el resultado es alarmante en todos los sentidos, y la pregunta que todos nos debemos hacer es la siguiente:
¿Nos debemos preocupar?
Por mi parte sí estoy preocupado, principalmente por las recientes participaciones que hemos tenido en Copa Oro, pues más allá del técnico sigue siendo la misma base de futbolistas, pero toca darles el beneficio de la duda.
A ver, la goleada en gran parte obedece a que Honduras jugó con 10 hombres tras la expulsión de Romell Quioto al minuto 29. No digo que con él en el campo no hubiéramos perdido, pero no creo que por una diferencia tan abultada como la que se dio. Además, considero que los cambios no fueron los indicados para evitar lo que sucedió.
Aquí solo nos toca ser realistas, y debemos aceptar que Brasil está demasiado arriba de nuestro nivel, así que demos el trago amargo y pensemos en lo que se viene.
