En conmemoración del Día de la Madre, les queremos dar a conocer esta bonita historia de mujeres hondureñas que se han unido, esto con el fin de poder sacar adelante a su familia sin importar las adversidades y obstáculos.
Las madres de familia son unas guerreras en todos los sentidos, y más cuando se trata de hacer todo lo posible por sus hijos.
Nunca dejarán de trabajar, jamás se cansarán de luchar y no se darán por vencidas hasta llegar a sacar adelante a esos seres que cargaron por nueve meses en su vientre.
Para los que no sabían, Siguata proviene de la lengua lenca y traducido al español tiene varios significados como: Mujer, niña, cipota.
La labor que realizan estas madres de familia es algo único e inigualable. Por varios años estas mujeres emprendedoras han trabajado la tierra, cosechado cultivos y haciendo varios tipos de productos para poder venderlo en el mercado, esto sin necesitar la ayuda de ningún hombre.
La empresa de las Siguatas Lencas se dedica a la producción de la materia prima y procesamiento de frutas, granos y hortalizas. Con toda esta labor obtienen jalea, vinos, frutas en almíbar y frijoles molidos que después son vendidos por ellas mismas en el mercado local.
Son 650 mujeres las que pertenecen a AMIR, madres de familia en su totalidad. Todas provienen del área rural del departamento de Intibucá, unas trabajando en la materia prima en el campo y otras a la elaboración de los productos. Esta asociación de mujeres luchadoras surge en el año de 1980 con el objetivo de buscar la participación de la mujer en los espacios de toma de decisión.
Como empresa Las Siguatas se constituyó en el 2001, año en el que nació la autonomía en sus hogares. Estas madres se capacitaron y emprendieron, llegando a convertirse en micro empresa sólida y con bastante credibilidad en el lugar.
Siguatas está compuesta por 100% mujeres de principio a fin, mujeres que se han ganado respeto en sus hogares, por su constante lucha por querer salir adelante.
Una mujer ejemplar que forma parte de todo este movimiento es María Pascuala García, quien pertenece a la asociación desde 1990, y que ahora está viendo los frutos que han ido cosechando poco a poco con mucho sacrificio.
“La asociación nace el 80 cuando yo estaba niña, mi mamá comenzó a organizarse y se unió a esta causa y también comenzó a llevarme y desde ahí comencé a ser socia. Lo que me motivó a realizarme socia al principio fue mi madre, luego vi que era un espacio donde las madres de familia y otras mujeres jóvenes podíamos hablar y organizarnos”, mencionó Pascuala García.
Madres de familia actualmente siguen inculcando a sus hijas que tienen que pertenecer a la Asociación, ya que la misma ha venido a cambiar su vida radicalmente y han adquirido conocimientos en áreas que jamás pensaron obtener.
“A futuro mi niña que tiene 14 años de edad, ella va ser socia de esta empresa. Yo pienso que ella va ser la que me sustituya a mí en un momento que yo ya no pueda estar. Quiero que esto sea como una cadena y que en mi familia vayan siendo parte de esto”, agregó Pascuala García.
Pascuala reveló que al principio su esposo no estaba muy de acuerdo que participara en estos espacios, pero a medida fueron pasando las capacitaciones, también los esposos de todas socias, se fueron capacitando y fueron entendiendo un poco más de cuál es el fin primordial de AMIR, dejando a un lado el machismo y la idea de que solo el hombre puede trabajar.
Junto a todos los miembros e invitados de La Marimba, pudimos constatar el arduo trabajo de estas mujeres. Sus productos son auténticos y deliciosos, así que si tienen la oportunidad no lo duden, apoyen a Las Siguatas.
¡Feliz Día de las Madres, Siguatas!