Después del fatídico incendio que consumió la icónica catedral de Paris, Notre Dam, el cual arrasó con gran parte de la arquitectura considerada patrimonio de la humanidad, el órgano principal de la majestuosa iglesia no sufrió ningún daño.
El órgano que tiene más de 8,000 tubos resultó ileso, Pascal Quoirin, un especialista que fue el encargado de restaurar el instrumento en 2017, revisó el órgano y determinó que no sufrió daños a causa del fuego que destruyó gran parte del techo del templo.
Según el experto, el termómetro ubicado en el interior del órgano mostró que la temperatura no superó los 17 grados Celsius el día del incendio, lo que aseguró que no produjeran daños en los componentes electrónicos o los tubos.
El experto en órganos recomendó proteger el instrumento con una urna impermeable, limpiarlo y tocarlo de forma regular durante las labores de restauración, esto con el fin de afinar el órgano y cerciorar que está en óptimas condiciones.