¡Ja! Aquí sí que se van a identificar un montón, y más algunos que conozco.
Yo sabía que esas personas que se estresan en el tráfico y empiezan con sus palabrerías tenían algo diferente, algo extraño que los hacía especialmente impacientes y resulta que sí.
Si usted es de los que le grita a todo mundo cuando va manejando, pierde los estribos y hasta saca la mano en señal de acusación hacia el prójimo, déjeme decirle que usted es una persona con un alto coeficiente intelectual.
¡Qué sí, qué no les estoy mintiendo!
Resulta que hace poco se hizo otro “Estudio Científico”, publicado en Business Insider, donde se dio a conocer que las personas que dicen groserías y palabrotas cuando conducen tienen un alto coeficiente intelectual.
Fue el Colegio Marits en Massachusetts que develó este gran secreto, que bien guardadito se lo tenían. Decir malas palabras tiende a mejorar la estructura de sus pensamientos y elevar la inteligencia.
Según los científicos decir groserías en el auto tienen un resultado de beneficio para tu salud, pero no todo es color de rosa, pues si te enojás mucho podés llegar a un alto grado de tensión, y por consecuencia, tener problemas en el corazón.
“El maldecir te puede hacer sentir mejor en ciertas situaciones. Si estás esperando una ambulancia y no tienes medicamentos, decir insultos puede incluso reducir la sensación de dolor”, mencionó el doctor Richard Stephens.
No es necesario insultar al prójimo, les recomendamos la paciencia mejor y si no pueden con ella, cierren el coche y tiren insultos al aire para que se desahoguen un poquito.
Fuente: Nueva Mujer