Cuando “El Bicho”, “Superfly”, “CR7” o cómo a un amigo le gusta decirle “Cristiano Papi Rico Mucho Bello Ronaldo” dijo que metería tres goles en el partido de vuelta de la llave de Champions League entre la Juventus y el Atlético de Madrid, nadie le creyó.
Por lo menos en Honduras, como buenos seguidores del fútbol y la Champions, pensamos que era casi imposible. La Juve se enfrentaba a la mejor defensa de Europa, equipo que le basta ganar con la mínima diferencia, luego hace de las suyas y pone el candado.
Pero en esta ocasión, RadioHouse junto a Deportes TVC con “Il Tocco di Rely” (aprendimos a decirlo en italiano), fuimos testigos de la grandeza de Cristiano Ronaldo.
Cumplió con lo prometido, no metió uno, ni dos, fueron tres los golazos que le propinó al equipo “Colchonero” y con eso clasificó la “Vecchia Signora” a Cuartos de Final de la Champions League.
Saben quiénes sí confiaron en él, los “tifosi”, los seguidores de la Juve. En la previa al partido mirábamos rostros con la mirada perdida, preocupados, pero cuando les preguntábamos cómo quedaría el partido no dudaban en decir que ganarían 3-0, y claro, que el héroe de la noche sería CR7.
El estadio retumbó con cada gol del portugués. Al terminar el partido esperamos a los juventinos para tomar reacciones y justo cuándo encendimos la cámara se abalanzaron sobre ella, con cánticos y gritos de euforia. Él les cumplió, los hizo creer una vez más.
Muchos de ellos celebraban con el gesto del “Cholo” Simeone en el primer partido de la llave, en el que se agarraba… bueno, ustedes ya saben de qué hablo. Una euforia que no parecía terminar, así de lindo es el fútbol, esa pasión que nos hace gritar de más y no pensar a veces lo que decimos.
Bueno, esta es solo una de tantas historias que tenemos que contarles de este gran viaje, que gracias a patrocinadores de la calidad de Banco Atlántida, Claro y Mastercard logramos vivirlas como si fueran nuestras. ¡Gracias a ustedes!
También gracias a los juventinos que nos recibieron con los brazos abiertos y nos hicieron sentir como niños con nuestro primer balón.