Si los perros de la calle pudiesen hablar nos contarían tantas historias de todo lo que han vivido y sufrido.
Abandonados en la intemperie se encuentran cientos de perros en Tegucigalpa y Comayagüela. Estos indefensos animales se han dedicado a vivir de la basura o de personas que se apiadan de ellos y les dan algo de comida.
Los perros callejeros deambulan en nuestra capital, y las organizaciones junto a personas que les gusta cuidar a estos animales, no pueden rescatarlos, pues lastimosamente son demasiados.
Según un artículo de La Tribuna, La Secretaria de Salud indica que en la capital hay más de 40 mil perros que no están registrados, ya sea porque sus dueños no lo hicieron durante las jornadas de vacunación o porque son callejeros.
Esta cifra podría variar ya que los animales se reproducen debido a su naturaleza y otros lastimosamente fallecen por las enfermedades.
Lastimosamente nuestro país no cuenta con un plan para poder rescatar a todos estos inocentes animales, que por descuido se escaparon de sus hogares y no pudieron regresar, u otros que sencillamente sus dueños ya no los querían más en sus casa y tomaron la decisión de dejarlos abandonados.
Anualmente la Secretaria de Salud vacuna a todos los perros callejeros contra la rabia, ya que pasan bastante tiempo entre la basura y están expuestos a miles de bacterias.
La rabia es una enfermedad infecciosa, causada por un virus, que padecen los animales salvajes y sobre todo los perros que viven en las calles.
Hagamos conciencia y no tratemos mal a estos inocentes animales, ya que suficiente tienen ellos pasando hambre, sed y frío todos los días en la capital.
Nos enorgullece saber que hay ciudadanos que han decidido adoptar a estos ángeles de cuatro patas, y otros que junto a las organizaciones que cuidan a estos animales han decidido instalar comederos en zonas estratégicas.
No dejemos de ayudar a estos pobres animales que necesitan de nuestra ayuda.