Un día como hoy hace 74 años, falleció Ana Frank, considerada una de las escritoras más relevante de todos los tiempos, por su libro “El Diario de Ana Frank”, realizado en medio de la Segunda Guerra Mundial.
En el libro escrito cuando Ana tan solo contaba con 13 años, describe la perturbadora situación en la que se encontraba ella y su familia al vivir escondidos en un ático en Ámsterdam mientras los nazis ocupaban Holanda. Ser judíos era su condena.
Annelies Marie Frank Hollander recibió un regalo de parte de sus padres, un diario que se convertiría en el último recuerdo de la familia. Ocho personas (Sus padres, Otto y Edith Frank, su hermana, un dentista judío y la familia Van Pels) eran las que vivían en ese pequeño espacio que le sirvió de inspiración para analizar a cada uno de ellos y contar en su diario la experiencia que tenían día tras día.
Entre sus grandes escritos se plasmó para la historia, una frase que decía:
“Yo sé lo que quiero, tengo un objetivo, una opinión, tengo una religión y amor. Déjame ser yo misma. Sé que soy una mujer, una mujer con fuerza interior y un montón de coraje”.
Ana nos dejó una lección de vida a sus tan cortos 13 años, plasmando un escrito que trasmite una parte importante de lo que sufrieron los judíos en tiempos tormentosos.