Los seres humanos cada día avanzamos… ¿O es más bien que estamos retrocediendo?
Con el boom de las redes sociales parece que vamos para atrás en conocimiento. Le dedicamos inagotables horas a la vida en línea, pero hemos olvidado lo básico: la lectura, la escritura, las largas pláticas en el patio de la casa, nos hemos olvidado prestarle atención a las cosas que realmente importan por hundirnos en mostrarle al mundo nuestra vida diaria.
Ahora no vivimos realmente, solo fingimos hacerlo para exponerlo en la vida social y que se tomen una idea errónea de nosotros. Algunas veces me gustaría volver en el tiempo.
El internet en estos días se ha convertido en un arma de doble filo, consumiéndonos horas eternas frente al computador o teléfono móvil. Olvidándonos que afuera está pasando la vida real y que dentro de esta burbuja todo es ficticio. Es extraño y curioso al mismo tiempo como las pláticas se redujeron, una salida con amigos termina siendo un sin número de fotos tomadas para plasmarlas en “The Social Network” y tratar de impresionar a terceros.
Atrás quedaron las imágenes de niños jugando a la pelota en la calle, atrás quedaron las serenatas con la luz de la luna, atrás quedaron las reuniones en las que había carcajadas o las cartas escritas a mano, las largas caminatas con un amigo, atrás quedaron las comidas entre familiares, atrás están porque ahora lamentablemente no hemos sido capaces de mantener esas bonitas costumbres.
Ahora son pequeños jugando en “Tablet”, mensajes de textos en lugar de salidas, “Jajajaja” en línea, las personas se volvieron menos expresivas y no nos falta el celular en mano. Se perdió la esencia, el sentido de la vida, con ello ha venido la depresión de no saber qué hacer por la costumbre de no hacer nada si no es mediante internet. Se extraña el sonido de la vida, de las risas, del amor.
Ojalá supiéramos cómo manejar la tecnología sin perdernos a nosotros mismos en el intento. Pero nos hemos perdido a nosotros mismos, por tratar de ganar la aprobación de los demás.
Ojalá y cuándo nos demos cuenta que esto está mal, no sea demasiado tarde.